La Dirección General de Salud Pública de las Islas Baleares ha trabajado durante los últimos meses en un decreto de alimentación saludable que contempla, entre otras medidas, la prohibición expresa de venta de bollería industrial y de bebidas azucaradas en todos los colegios la Comunidad Autónoma, tanto públicos como concertados y privados, en los hospitales y centros de salud públicos, en los centros sanitarios privados que tienen concertados servicios con el Gobierno y en los edificios públicos de la Administración.
La directora general de este departamento, María Ramos, adelantó que las medidas relativas a los centros escolares entrarán en vigor el próximo curso académico. Ramos explicó que el 14 de diciembre concluyó el periodo de exposición pública del texto legal y que en los próximos días se analizarán las alegaciones presentadas por particulares y empresas, trámite previo al paso del decreto por el Consejo Económico y Social (CES), antesala de su análisis por parte del Consell Consultiu.
«Y luego deberá ser aprobado por el Consell de Govern. Desde luego, el próximo curso académico ya entrará en vigor», subrayó Ramos, quien reveló que se decretará una moratoria de tres años antes de aplicar sanciones y otras medidas coercitivas a los que incumplan las directrices marcadas por el decreto. «Les daremos tres años de margen a las empresas que sirven a los colegios para que se adapten a la nueva norma», reiteró la directora general.
Esta medida vendrá acompañada de programas formativos dirigidos a los responsables educativos, al alumnado y a los empresarios de máquinas de vending o de establecimientos de restauración para inculcarles los beneficios de una dieta saludable.
II Estudio de Prevalencia de la Obesidad Infantil y Juvenil (EPOIB II)
El II Estudio sobre la Prevalencia de la Obesidad en las Illes Balears (EPOIB II) realizado, a lo largo de 2016-2017, por la Dirección General de Salud Pública y Participación en colaboración con la Consejería de Educación, permitió recoger numerosos datos relevantes sobre los hábitos alimenticios, la actividad física y el uso de tecnologías del alumnado de las Islas Baleares.
El estudio poblacional, presentado en mayo, se llevó a cabo a partir de una muestra representativa de 1.992 alumnos; en concreto, 599 alumnos de primero de educación primaria (6-7 años), 777 de sexto de educación primaria (11 y 12 años) y 616 de cuarto de educación secundaria obligatoria (14-15 años) de 86 centros educativos de las islas. En cuanto al alumnado de sexto de primaria y cuarto de ESO, los datos se extrajeron de un cuestionario que versaba sobre sus hábitos de vida.
Aunque los resultados reflejaban cierta mejora en relación con los del primer estudio realizado en 2007, no dejaban de ser preocupantes, puesto que mostraban que uno de cada cuatro alumnos sufría sobrepeso y obesidad. Los motivos principales: un consumo elevado de zumos envasados, refrescos, pastelería industrial, golosinas y snacks que los menores compran en los centros escolares; defecto de actividad física y exceso de tiempo dedicado a la televisión, los teléfonos móviles y los ordenadores.
De hecho, según la escala del test de actividad física Krece Plus que evalúa el número de horas dedicadas a las nuevas tecnologías y el número de horas de actividad física, el 31,6 por ciento del alumnado de las islas obtuvo una mala puntuación, el 46 por ciento regular, y solo el 22,4 por ciento buena. Lo que indica que deberían mejorar sus hábitos de vida, es decir, realizar más actividad física y mejorar la alimentación.
La Dirección General de Salud Pública espera que con esta medida contemplada en el nuevo decreto de alimentación saludable, los hábitos alimenticios del alumnado mejoren y se reduzca en breve el porcentaje de menores con sobrepeso y obesidad.