En las próximas semanas comenzarán las pruebas técnicas de la fase II de la planta de metanización, la cual se espera que entre en funcionamiento en el mes de abril, para que esté a pleno rendimiento antes del verano. El presidente del Consejo de Mallorca, Miquel Ensenyat, la consejera de Medio Ambiente, Sandra Espeja, el alcalde de María de la Salud, Guillermo Jordán, y representantes de los vecinos y vecinas de Ariany y María de la Salud, visitaron sus instalaciones.
Ensenyat ha destacado que de esta manera «se da respuesta a una promesa de este equipo de gobierno con los pueblos de María y de Ariany, que no era ni más ni pus que cerrar esta planta obsoleta y que ha provocado durante más de una década quejas y molestias a los vecinos y vecinas».
Por su parte, la consellera Espeja señaló que «esta instalación además de respuesta a una demanda histórica de los vecinos y vecinas permitirá mejorar la gestión de residuos de Mallorca, fomentar la recogida de la fracción orgánica y obtener un compuesto de mayor calidad ya que se separarán los flujos de puestos y materia orgánica».
La planta de metanización es una instalación de tratamiento biológico que recibe y gestiona lodos de depuradora y fracción orgánica procedente de la recogida selectiva así como fracción vegetal y maderas no tratadas que se utilizan como estructurante. Se pretende con esta fase II dar el mejor tratamiento a la fracción orgánica de los residuos domésticos y comerciales, así como los lodos de depuradora.
Concretamente, la fase II consiste en una nueva línea de digestión anaeróbica y valorización del biogás obtenido, con la construcción de un nuevo digestor, una nueva centrifuga y la instalación de un nuevo motor de biogás que generará energía eléctrica. Igualmente, se mejorarán las zonas de recepción de residuos y de pre-tratamiento. Es decir, con estas dos fases se separan mejor los flujos de tipologías de tratamiento, lo que permitirá hacer compuesto sólo de materia orgánica y de gran calidad. Actualmente sólo se dispone de compuesto a base de lodos y mixta.
También permitirá mejorar la gestión global de la materia orgánica, disponiendo de capacidad suficiente para disminuir los tiempos de almacenamiento antes de tratamiento, garantizando los tiempos de proceso y poder obtener un compost de calidad.
Con las dos fases de esta planta en activo la capacidad de tratamiento pasará de 32.000 toneladas / año a 63.000 toneladas / año.