La consejería de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera del Consejo Insular comenzó hace 20 años una ardua tarea de control y recuperación del milano real (Milvus milvus) en Menorca. El motivo no fue otro, a que por aquel entonces, tan solo había 5 parejas reproductoras, cuando diez años antes (a finales de los años), se contabilizaron 135 parejas con puesta. Una caída estrepitosa que obligó a actuar a la Consejería de Medio Ambiente y que poco a poco ha ido dando los resultados apetecibles y que continúa hoy en día, involucrando a muchas otras organizaciones e instituciones en Baleares, como el Servicio de Protección de Especies del Gobierno de las Islas Baleares o el Instituto Menorquín de Estudios.
Y ese trabajo ha dado sus frutos, ya que tras publicarse los datos del último control anual, se ha confirmado que la población en la isla sigue al alza, aumentando en un 23% el número de parejas reproductoras en el último año. Ya son 43 las parejas reproductoras, y tanto su distribución por la isla como su éxito reproductor también son positivos. Unos datos que invitan al optimismo.
Esta especie de ave rapaz carroñera se encuentra incluida en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de «en peligro» y aparece también como «En peligro de extinción» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Su población ha sufrido un grave declive en toda Europa desde los años 90 y se estima en 30.000 ejemplares según SEO Birdlife, lejos de los 59.000 individuos censados allá por 1994. A pesar del aumento en Menorca, el milano real, sigue siendo considerada una de las especies más amenazadas de la Reserva de Biosfera de Menorca.
El estatus de especie amenazada del milano real y sus características biológicas como su longevidad, su maduración sexual retardada, o la necesidad de habitar en grandes territorios, contribuyeron a que esta especie se considerara adecuada para la su inclusión en el Programa de Seguimiento de Biodiversidad de la Reserva de Biosfera de Menorca. Desde 1992 y hasta la actualidad la especie está sometida a una intensa labor de control en Menorca, que incluye desde el seguimiento de la población insular hasta programas para la eliminación de las potenciales amenazas a su supervivencia.
Entre los meses de febrero y julio de 2018 se realizaron trabajos de campo para llevar a cabo una estimación de la población mediante el recuento directo de parejas territoriales, el control de las zonas históricas de reproducción de la especie en Menorca y la determinación de su distribución territorial, y finalmente el control de su éxito reproductor y mortalidad. Además del aumento de parejas reproductoras, con un total de 15 parejas nuevas asentadas en la isla ocupando zonas que habían quedado vacantes tras el descenso de la población en los años 80, el estudio revela también una ampliación en su distribución en la isla. Desde una situación de polaridad en los dos extremos de la isla, hasta una situación actual con cerca del 40% de la población reproductora establecida en el centro.