Cultivos hortícolas Soriactiva busca implicar a los agricultores de todas las zonas reglables de la provincia para impulsar una empresa que se encargue de crear empleo “real” y que genere valor añadido.
El regadío de Soria debe unirse a fin de materializar una empresa transformadora que evite intermediarios y atiende directamente las necesidades del mercado. Anselmo García, el director de Soriactiva, tiene claro que “sólo si se queda el valor añadido del producto en la provincia se puede generar empleo real en la agricultura que a su vez sujete población en el medio rural, principal mal endémico de Soria del que tanto se habla”.
Un impulso financiero vital
Por todo ello, la Fundación de Caja Rural de Soria ha querido impulsar una planta transformadora del regadío y para todo ello busca implicar a los propios agricultores de las zonas reglables. “Si la previsión es que en 2050 la población mundial supere los nueve billones de habitantes, las necesidades de alimentos se incrementarán en un 70% y eso sólo puede hacerse a través de los regadíos. Por ese motivo hay que aprovechar la oportunidad y dar el paso para transformar el producto y evitar los intermediarios porque limitan y condicionan los cultivos, sin olvidar que se quedan con el valor añadido”.
Así quiso dejarlo claro en el curso de agronomía de la zona regable del canal de Almazán que se ha celebrado estos días en la sede de la Comunidad de Regantes. A pesar de ello, insistió en que, aunque la empresa de transformación agroalimentaria se ubicaría en Almazán, puesto que con 5.100 hectáreas es la zona de regadío de mayor extensión de Soria, podría también tener cabida la producción de otros regadíos, como el de Olmillos de 800 hectáreas.
El caso es que es menos de un 6% de las 260.000 hectáreas de cultivos en la provincia son parcelas de regadío, 15.000 hectáreas y de estos campos, únicamente una tercera parte se han adaptado a los nuevos tiempos de la agricultura.
Soriaactiva en estos momentos está dando sus primeros pasos para convertir en realidad este proyecto empresarial que podría ponerse en marcha en un periodo de tres años, según las previsiones de Anselmo García. Por todo ello “Hay que tener un poco de paciencia”, señaló el director de la Fundación de Caja Rural de Soria.
Especialmente desea que formen parte activa los agricultores, tanto del Canal de Almazán como de Olmillos, de Ines y en un futuro del Campillo de Buitrago, que en cuatro años podría estar acabada su modernización.
Por todo ello la planta transformadora podría llegar a ser modular de tal manera que arrancase con el producto de 1000 hectáreas agrupadas, pero que pudiera ampliarse según fueran sumándose profesionales.
Además, también debemos pensar que en la propia Almazán se podría aprovechar la modernización de las 5.100 hectáreas del Canal, en donde, junto con la reconcentración parcelaria de la zona, se pudieran invertir más de 66 millones de euros y diez años.