El 19 de febrero, el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) de la Generalitat de Cataluña presentó oficialmente el Plan de arranques de fruta de hueso 2019-2020. Dicho plan, cuyo importe total es de 10 millones de euros financiados íntegramente por la Generalitat tras la negativa del Ministerio de Agricultura a cofinanciarlo, contempla arrancar 2.000 hectáreas de melocotón, nectarina, paraguayo, y platerina, que producen alrededor de 80.000 toneladas de fruta, con el objetivo de eliminar variedades obsoletas y favorecer la viabilidad futura de las explotaciones.
Organizaciones agrarias de la Comunidad Autónoma de Aragón, una de las principales productoras de fruta dulce de hueso, han solicitado reunirse con representantes de la consejería de Desarrollo Rural para explicar la conveniencia de sumarse al plan de arranque catalán. Esta, sin embargo, se niega pues sigue considerando, como lo ha hecho durante toda la legislatura, que no es la solución para paliar la crisis estructural que sufre el sector.
El director general de Producciones Agrarias, José María Salamero, explicó ayer que no tiene sentido ayudar al arranque para reducir la oferta cuando no se puede limitar la plantación. Lo que ocurrirá con una medida similar a la contemplada en el Plan de arranques de fruta de hueso 2019-2020 catalán, es que las pequeñas explotaciones acabarían desapareciendo, mientras que los grandes propietarios podrían continuar ampliando sus cultivos.
La postura de Asaja Aragón
Según explicó hace unos días el secretario general de Asaja Aragón, Ángel Samper, dos de las medidas urgentes que exigió la organización agraria, y que forman parte de la lista de reivindicaciones que presentaron conjuntamente los sindicatos y las cooperativas, fueron la creación de una interprofesional y un plan de arranque; sin embargo «Las negociaciones para la constitución de la Interprofesional están encima de la mesa, pero no así el plan de arranque por lo que nos sorprende que unilateralmente se tome una decisión con un tema que escapa al ámbito del territorial catalán».
Samper declaró que la afección a los mercados no responde a lo que haga únicamente una sola Comunidad, por lo que es «ilógica y un verdadero disparate esta decisión unilateral»; y afirmó que, en todo caso, debería existir un acuerdo dentro del ámbito nacional «y en el peor de los casos al menos entre Aragón y Cataluña».
El secretario general de Asaja Aragón también denunció que esta situación pone en evidencia la igualdad de derechos y oportunidades del ciudadano de a pie en cuestiones que afectan a todos. «El fruticultor fragatino no puede jugar con reglas de juego diferentes al productor de fruta que tiene en la finca de al lado. Las líneas de la inteligencia, del sentido común y del interés general en este caso no confluyen con las territoriales. Es simple y llanamente indignante e injustificable lo que está ocurriendo», por lo que exige a las Comunidades Autónomas y al Ministerio de Agricultura «un mismo plan e iguales oportunidades para todos».