Ecologistas en Acción alertan sobre el perjuicio al medio ambiente que puede suponer la introducción de innovaciones
«Un pequeño cambio puede producir uno de grandes dimensiones» es el mensaje con el que las organizaciones medioambientales intentan concienciar de los peligros que supone la introducción de nuevos métodos de producción. En concreto, Ecologistas en Acción advierte que la recogida mecanizada de aceitunas durante la noche en los olivares en modalidad superintensiva puede provocar solo en Andalucía la muerte de 2.600.000 de aves. Esta modalidad de cultivo pretende reducir costes, puesto que desde la plantación hasta la recolección todo está mecanizado.
El problema radica en que el olivar superintensivo crea una plantación de alta densidad en forma de seto que sirve de refugio nocturno a millones de aves que, cegadas por los focos de las cosechadoras, mueren durante la recolección mecanizada.
Según Ecologistas en Acción, sus advertencias incitaron a la Junta de Andalucía a realizar un informe que confirmó los hechos y cuyas conclusiones pueden extrapolarse a toda España, y en especial a Castilla-La Mancha, Extremadura, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia y Madrid al ser Comunidades Autónomas donde el olivar está más presente.
Entre las aves más afectadas que citadas en el informe se encuentran especies migratorias protegidas, así como su hábitat y zonas de descanso, por legislaciones autonómicas, estatales y comunitarias. Por ello, la confederación ha solicitado a las Comunidades Autónomas, al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y al Ministerio para la Transición Ecológica que se prohíba de manera inmediata la cosecha de olivar en superintensivo durante horas nocturnas y que valoren qué otros métodos de recogida nocturna pueden estar impactando seriamente en la fauna para aplicarles la misma medida.
Situación en Aragón
Preguntado al respecto, Paco Iturbe, de Ecologistas en Acción en Aragón, declaró que si bien el problema detectado en Andalucía no ha llegado todavía a Aragón, «puede ser una llamada de atención para nuestra Comunidad, en la que este método de producción todavía se encuentra en una fase incipiente». En dicha región, la recogida mecanizada nocturna se suele llevar a cabo de una forma más intensiva en los campos de vides, «que no suelen albergar una gran cantidad de aves», y añade que «tampoco las zonas de olivos aragonesas son de las dimensiones que las andaluzas, donde por su extensión se convierten en grandes ecosistemas».
Iturbe pide que, aunque para Aragón no parezca ser de momento un problema, se analice y se tenga en cuenta que «cada zona de cultivo puede tener diferentes características, en cuanto a biodiversidad», y que se realice un seguimiento porque en ocasiones es difícil detectar qué va a suceder al introducir cambios en las rutinas a las que ya están acostumbrados los animales.
«A la hora de empezar a hacer las labores agrícolas de otra forma a la que la naturaleza ya se ha acostumbrado, hay que tener todos los factores en cuenta», explicó. «El factor medioambiental es determinante, ya que no solo puede afectar a la biodiversidad, sino que a medio plazo la calidad de las cosechas se puede ver mermada al haber desaparecido aves e insectos, claves para la polinización».
Por todo ello, Ecologistas en Acción en Aragón solicitan a la Administración que ponga en valor una agricultura aragonesa sostenible y responsable medioambientalmente, y que consideren los cambios perjudiciales en el medio ambiente que puede suponer la introducción de innovaciones.