La Diputación de Castellón ha organizado la Mostra de la Trufa Negra de l´Alt Maestrat en Catí, con el fin de potenciar el mercado de la trufa y poner en valor la trufa negra de la provincia, por la cual cada vez hay más interés. Viendo las grandes expectativas generadas entre turistas y visitantes, el Gobierno Provincial ha tenido que ampliar los cursos en la feria en Catí.
El diputado de Desarrollo Rural y alcalde del municipio, Pablo Roig, afirmó que “más de un centenar de personas vinculadas al sector llegadas de toda España han aprendido más de la trufa de la provincia de Castellón. Con ello, seguimos posicionando el interior de Castellón como territorio productor de una de las materias primas culinarias más preciadas en todo el mundo. Algo que, sin duda, ayuda a generar nuevas oportunidades en nuestros pueblos, con un mejor futuro si sabemos posicionar lo nuestro con la calidad que merece”.
Roig también aseguró que el beneficio de esta iniciativa a través de Castelló Ruta de Sabor, “no sólo se centra en el importante impacto directo que tiene la actividad de este fin de semana en establecimientos de la zona. Además, estamos posicionando nuestro territorio como lugar productor de trufa, como fuente de conocimiento del cultivo de este preciado hongo, y eso abre oportunidades a nuestra gente para que sigan apostando por quedarse en sus pueblos”.
Con esta iniciativa, ya consolidada, el Gobierno Provincial que ha aportado 10.000 euros, avanza en su compromiso con la puesta en valor y promoción de la trufa a favor de la generación de riqueza y oportunidades de futuro en los pueblos en los que se produce en el interior de Castellón. Tanto es así que han participado en los cursos visitantes de Guadalajara, Cuenca, Teruel, Madrid, Tarragona, Lleida o Barcelona.
Esta mostra que lleva celebrándose dieciséis años, de forma itinerante, en los municipios de Benassal, Culla, Catí y Albocàsser, en el momento más intenso de la temporada de recolección de trufa y cuando ésta posee sus mayores propiedades aromáticas y de sabor. Tanto truficultores, técnicos, científicos y comercializadores, consumidores habituales de este producto tan emblemático y excepcional, como los que desean acercarse a él por primera vez, se dan cita anualmente en este evento.
Además durante todo el fin de semana, en la carpa del recinto ferial, se desarrollaron decenas de actividades para todos los públicos. Allí se ubicó un mercado con más de veinte casetas expositoras vinculadas al sector, venta de trufa fresca y productos elaborados, plantas micorrizadas, abonos y otros productos.
Además, el recinto contó con un novedoso ‘Mesón de la tapa trufada’ donde los asistentes puedieron degustar elaboraciones con trufa, gracias a la colaboración de las asociaciones locales.
También niños y mayores pudieron presenciar el concurso de perros buscadores de trufa negra, la tuber melanosporum, una competición que es uno de los actos que más expectación genera y donde canes poden a prueba sus cualidades olfativas para localizar este preciado hongo, con participantes venidos de distintas partes de la geografía española.