El consumo cae un 9,7% desde 2010, pero el sector piensa que la tendencia negativa acabó en 2018.
El consumo de leche líquida lleva en caída desde hace muchos años, pero parece que éste descenso puede haber acabado. Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dejan claro que en el año 2010 se consumieron en los hogares españoles 3,52 millones de toneladas, frente a las 3,18 que se consumieron a cierre de 2017.
La caída, del 9,6%, llega al 20% si la comparamos con el año 2000. Todo ello ha causado preocupación en el sector lácteo, pero las campañas de concienciación parecen haber surtido efecto. ¿Cuáles son los motivos existentes para la caída del consumo de leche?
Unas cifras que refuerzan la situación actual
Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) declaró al diario 20 minutos que «casi el 100% de los hogares españoles siguen comprando productos lácteos, pero hay seis millones de hogares que han reducido el consumo en torno a un 40%». Fenil encargó un informe a la consultora Kantar para detectar quiénes y por qué habían decidido dejar de consumir leche, o consumir menos. Según este estudio, de los seis millones de hogares que redujeron su consumo, «el 70% cree que sigue comprando la misma cantidad que antes, es decir, no son conscientes de que consumen menos leche y lácteos».
El 30% restante ha decidido prescindir de los lácteos. De los hogares que han ido reduciendo el consumo sin haberse dado cuenta, Calabozo mantiene que la gran parte son “familias con hijos de entre 7 y 17 años». «Es ahí donde van nuestras campañas, hacerles ver la importancia de consumir más leche», indica. No obstante, el director general de la patronal de la industria láctea es optimista y percibe «una recuperación, sobre todo en consumo de queso y también de leche líquida gracias a las campañas divulgativas».
Según la Inlac, la Organización Interprofesional Láctea, donde se encuentran incluidos los ganaderos españoles, Charo Arredondo es opina que “los productos vegetales de soja, almendra, etc, que no son leche, han tratado de desplazar a la leche natural y han hecho daño». Igualmente piensa que «a veces hay gente que consume por modas, pero esos productos vegetales no tienen ni el calcio, ni las vitaminas ni las proteínas que tiene la leche de vaca».
Existe, según ella una confianza en que, con el cambio de norma a nivel de etiquetado, la cual obliga a que se incluya el origen, sea de ayuda para el sector. “Muchos consumidores quieren tomar leche de aquí y ayudar a las ganaderías españolas». «Leve mejoría» La directora de Marketing de Calidad Pascual, Mar Doñate, destaca que «este último año el mercado ha mostrado una leve mejoría rompiendo con la tendencia de los últimos años».
Más concretamente, se cifra en un 0,5% el crecimiento en diciembre de 2018 si lo compramos con el año anterior. Parece que la tendencia vistos estos datos comienza a ser favorable después de estos años de lo que parecía una caída libre en el sector lácteo.