El sector agrícola en la Unión Europea podemos confrontarlo con una población cada vez más envejecida. Los datos de Eurostat dicen que en 2016 solo el 11% de los dueños de explotaciones agrícolas en la UE eran agricultores de menos de 40 años.
Un estudio realizado por el Parlamento Europeo nos dice que, a pesar de que haya habido ayuda de la UE para los jóvenes agricultores durante más de 30 años, los problemas para el agricultor joven siguen existiendo.
La propuesta de la Comisión Europea para la Política Agrícola Común (PAC) “post 2020” ha llegado a fijar nueve objetivos, uno de ellos la renovación generacional en el campo. A nivel de presupuesto de la futura PAC, va a tener un papel clave a la hora de lograr esos objetivos.
Otro tema que los legisladores de la UE tienen que afrontar el importante papel de las mujeres en la agricultura comunitaria. Los datos de Eurostat de 2013 muestra que, de media, cerca del 30% de las explotaciones agrícolas en el bloque estarán gestionadas por mujeres. Las cifras entre los Estados miembros son muy variables. Irán desde algo más del 5% en los Países Bajos hasta una cifra aproximada del 47% en Lituania.
Un problema que debe afrontar la Unión Europea
En el mes de febrero de 2017, el Comité de Agricultura del Parlamento Europeo y el Comité sobre asuntos de la mujer de la Eurocámara aprobaron un informe donde se hacía un llamamiento para el impulso del papel de la mujer en la agricultura del bloque comunitario.
Los legisladores de la UE piensan que las mujeres van a tener un papel importante a desempeñar para ayudar a revitalizar las áreas rurales, además de para poder evitar la creación de nuevas urbanizaciones.
“Este informe subraya el papel multifunción de la mujer agricultora, como madre, trabajadora, educadora y gestora de una explotación agraria, guardiana de la cultura, del legado y la tradición”, quiso dejar claro la eurodiputada croata Marjiana Petir, en declaraciones a EURACTIV.com, socio de EFE.
De igual forma, un estudio global que realizó Corteva Agriscence TM dejó claro que la discriminación a las mujeres en el sector agrario sigue siendo importante.
“Empoderar a las mujeres podría ayudar a volver a impulsar las áreas rurales y a solventar la creciente demanda de alimentos”, asegura el informe.
¿Y cómo está la situación en los países en desarrollo?
Actualmente, de forma principal en los países en desarrollo, las mujeres son más de la mitad de los trabajadores en el sector de la agricultura, llegando en el África subsahariana a ser donde las mujeres son el 60% de la fuerza laboral y llegan a producir el 80% de la alimentación según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La mejora de la situación de la mujer en el sector agrícola provocaría el aumento de la productividad y de los índices de seguridad alimentaria, con el consiguiente crecimiento económico y bienestar social.