Los ovinos van a contribuir a la limpieza de los pastos y a regenerar el suelo. El rebaño será una aportación importante al patrimonio medioambiental de la ciudad.
Las ovejas son de una raza en peligro de extinción
El que haya un rebaño trashumante en la madrileña Casa de Campo es un recurso educativo y cultural que aproximará la naturaleza a los ciudadanos. En estos días la Casa de Campo tiene un rebaño de ovejas, por lo que, en este parque forestal, protegido como un Bien de Interés Cultural, va a tener un medio eficaz para prevenir incendios, regenerando el suelo.
Desde el consistorio madrileño han querido recuperar la tradición, pues han introducido un rebaño de hasta 600 ovejas en la Casa de Campo que va a estar acompañado siempre por un pastor y que prevenir los incendios de manera natural.
Durante la noche estarán guardadas en los rediles y en el día estará vigilado para impedir el acceso a zonas de regeneración forestal y lograr así una rotación de las ovejas por las zonas pastoreables del parque forestal y lograr una rotación de las ovejas por las partes de pastoreo del parque forestal que tendrá una superficie estimada de 954 hectáreas. Para beber, el rebaño usará seis abrevaderos del parque que quedarán fijados por el Ayuntamiento.
Las ovejas vuelven a la Casa de Campo de Madrid
El área de gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, adjudicó el contrato para la gestión de los pastos de la Casa de Campo a la cooperativa los Apisquillos, la cual va a traer un rebaño de ovejas trashumantes entre mediados de octubre y mediados de junio, pues en el periodo estival los pastos se agotan.
La raza de las ovejas es de la raza en extinción denominada Rubia del Molar. El contrato tendrá una duración por dos años, que será prorrogable por otros dos, donde la Cooperativa tendrá que abonar al Ayuntamiento la cantidad de 5.795,55 euros.
Estos servicios del rebaño de la Casa de Campo los prestará desde otoño hasta la primavera, con la limpieza de pastos para prevenir de incendios. Frente al desbroce con maquinaria, las ovejas no consumen energía y tampoco contaminan ni erosionan el suelo.
La ganadería de origen trashumante se remonta al periodo Neolítico y actualmente se vuelven a usar los rebaños ovinos como una especie de “bomberos” en ámbitos forestales y parques naturales en Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid… además del extranjero en Alemania, Francia, Italia, California y otros Estados norteamericanos.
Añadimos que otra de las ventajas de la presencia de un rebaño de forma permanente es la regeneración del suelo y fomentar la biodiversidad. El rebaño ayuda a que se regenere el suelo con el estiercol de las ovejas, además de la dispersión de semillas de especies vegetales procedentes de diferentes ámbitos que viajan en el aparato digestivo de las ovejas trashumantes.
El consistorio madrileño recupera pues, una tradición donde llegarán hasta 600 ovejas en la Casa de Campo. Una buena noticia.