En la temporada de caza de 2017, la Asociación de Propietarios y Cazadores de los Mont Reales y la Asociación de Cazadores con Artes Tradicionales de Sóller detectaron la presencia de un parásito en ejemplares de tordos o zorzales capturados por sus asociados. Tras remitirlos a la Universidad de las Islas Baleares, esta elaboró un exhaustivo estudio de laboratorio de los mismos con el objetivo de identificar el parásito que los afectaba, su origen y su relación con la seguridad alimentaria.
El estudio señaló que el parásito es el Morishitium Polonicum, que accede al tordo o zorzal a través de las vías respiratorias y se instala dentro de su organismo para alimentarse de su carne. En sus estados iniciales, es prácticamente imperceptible a la vista humana; en cambio, cuando es adulto puede apreciarse a simple vista.
A la vista del estudio y sus conclusiones, las asociaciones de cazadores recomendaron no consumir los tordos o zorzales afectados por la presencia de este organismo parasitario, pues aunque aquellos no suponen un peligro para la salud humana, es aconsejable, por seguridad alimentaria, que no se coman.
Este año, los cazadores han vuelto a identificar tordos o zorzales afectados por el parásito Morishitium Polonicum, por lo que insisten en recomendar que no se destinen al consumo humano los ejemplares parasitados.