El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado hoy, ante los representantes del sector vitivinícola de la región, el Plan Estratégico del Vino, un documento abierto en el que se ha trabajado con todos los actores implicados, cuyo objetivo es impulsar la proyección del sector vitivinícola castellano-manchego partiendo de la premisa de que es el consumidor «el que decide» y el sector el que «debe acompasar sus movimientos» a la elección del último eslabón de la cadena agroalimentaria.
Así lo ha destacado en la sede del IRIAF en Tomelloso, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en un acto en el que también han intervenido los profesores de la UCLM Francisco Montero y Juan Sebastián, la directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce y el director general de Industrias Agroalimentarias y Cooperativas, Gregorio Jaime.
Líneas destacables del Plan
Entre las líneas a destacar incluidas en este Plan Estratégico del Vino, se encuentra alcanzar el objetivo marcado para 2025 de los 2.500 millones de euros en facturación del sector, algo que está en visos de lograrse gracias al esfuerzo de todos y que debe llevarse a cabo siempre desde la calidad del producto. A este respecto, Martínez Arroyo ha recordado la apuesta de la Junta de Comunidades en esta legislatura por la trazabilidad, con la puesta en marcha de un plan que garantice al consumidor que el vino que elige cuenta con la mayor calidad existente en el mercado.
Martínez Arroyo ha informado que otras de las líneas destacables del Plan Estratégico del Vino son su apuesta por las variedades más demandadas por el consumidor, y su priorización en la obtención de las ayudas de reestructuración del viñedo; así como la discriminación positiva en las ayudas para las empresas o cooperativas que se hayan constituido como EAPIR o se hayan integrado comercialmente como Agrupaciones de Productores, tal y como ocurre en la actualidad.
En otro orden de cosas, en este Plan Estratégico del Vino se recoge la importancia del vino embotellado y su relación con las exportaciones, discriminándose positivamente a quienes lo lleven a cabo. En esta línea, el consejero ha resaltado a las nueve denominaciones de origen de vino en Castilla-La Mancha que son «la punta de lanza del sector» y ha solicitado a los asistentes a la reunión que las «mimen, quieran y apoyen» porque cuanto más vino se venda de las denominaciones de origen «más garantizaremos el futuro del sector» y de la región.
Un sector del cual viven muchas familias, que genera mucho empleo y mucha riqueza económica, y que tiene una significación social, territorial y ambiental «como ningún otro en la Comunidad Autónoma», ha señalado.
Nueva Ley de la Viña y el Vino para Castilla-La Mancha
Durante su intervención, Martínez Arroyo ha adelantado que el Gobierno regional de Castilla-La Mancha pondrá en marcha para la próxima legislatura una Ley de la Viña y el Vino, incluida entre los objetivos del Plan Estratégico del Vino presentado esta mañana.
El consejero ha señalado que «no es de recibo» que Castilla-La Mancha, la región con mayor superficie vitivinícola en el mundo, no tenga actualmente una Ley de la Viña y el Vino porque se derogó en la legislatura pasada con el único objetivo de eliminar la cuota a la Fundación Tierra de Viñedos. En la actualidad, ha recalcado, no solo existe la Fundación, sino que se está realizando a través de ella una campaña de promoción de la cultura del vino con 300.000 euros con la colaboración de la OIVE.
Finalmente, Martínez Arroyo ha señalado la necesidad de constituir una Interprofesional del Vino en la región, un «foro» en el que se tomen decisiones que afecten a sector vitivinícola para que esté preparado para el futuro.