La declaración, en septiembre de 2018, de la situación crítica de la especie Tetrao urogallus o urogallo cantábrico propició la creación de un grupo de trabajo cuya línea de actuación prioritaria fue la elaboración de un censo de la especie que permitiera evaluar el efecto que el resto de acciones de conservación tendrían sobre esta, en la que participaron equipos del Gobierno de Asturias, la Junta de Castilla y León y el Ministerio para la Transición Ecológica, con la colaboración de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Fundación Tierra Ibérica, la Fundación Oso Pardo, SEO/BirdLife y Tragsatec.
El estudio fue efectuado con una metodología de muestreo y análisis estadístico empleada previamente para otras especies de fauna amenazada como el oso pardo o el lobo ibérico, a través de técnicas genéticas de individualización. Los trabajos de campo se concentraron entre abril y junio de 2018, período idóneo para las prospecciones y recogida de muestras, que fueron posteriormente analizadas en el Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde se llevaron a cabo los análisis genéticos. Finalmente, profesionales del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IREC-CSIC) desarrollaron los modelos estadísticos que revelaron el estado actual de la especie.
Tal y como indica la nota de prensa del Gobierno del Principado, el grupo de trabajo presentó ayer, en Oviedo, los resultados de este estudio que revelan que quedan al menos 292 ejemplares que sobreviven en un área de distribución de unos 350 kilómetros cuadrados de la cordillera cantábrica. En concreto, aproximadamente dos tercios de los 292 ejemplares contabilizados serían machos y una tercera parte, hembras. El 79,5% se encuentra en Castilla y León, distribuidos por las comarcas de Alto Sil y Omaña, y el 20,5% restante, en la vertiente asturiana, principalmente en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
El estudio señala que el escaso número proporcional de hembras es un síntoma de una población con problemas de conservación: a pesar de que existe un posible sesgo en el hallazgo de estas durante el censo, su escasez resulta inequívoca, evidenciando su mayor vulnerabilidad ante las amenazas existentes y el condicionamiento que esto implica para la mejora de los parámetros de productividad y crecimiento poblacional.
Estado de severa amenaza del urogallo cantábrico
Este análisis se realizó en el marco de las actuaciones coordinadas de conservación del urogallo cantábrico, tras su declaración en situación crítica en septiembre de 2018. Los datos reflejados evidencian el estado de severa amenaza que atraviesa la especie y la necesidad de reforzar las medidas de conservación por parte de las distintas Administraciones, que trabajan ya en acciones sobre el terreno para mejorar la supervivencia de los individuos y en la construcción de un segundo centro de cría en cautividad, en León, que se unirá al que ya funciona en Asturias.
Una vez realizado el análisis, el grupo de trabajo señaló dos ámbitos de actuación prioritarios: las acciones sobre el terreno, para aumentar la supervivencia de los ejemplares y su éxito reproductivo, y los trabajos de conservación ex situ. Ambas líneas recibieron financiación por parte del Gobierno de España en la última Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, celebrada en junio de 2018, que destinó 870.469 euros a la conservación de esta especie.
Con esta financiación se están reforzando los trabajos de seguimiento de urogallos a través de la telemetría y valorando las medidas de adecuación del hábitat más efectivas y favorables, entre otras acciones. La medida de mayor envergadura en el corto plazo, y la que mayores fondos concentra, es la construcción y puesta en funcionamiento de ese segundo centro de cría en cautividad, que permitirá incrementar las tareas de reforzamiento poblacional. Además, el reforzamiento genético se plantea como una posibilidad para mejorar la productividad y viabilidad demográfica de la población cantábrica.