Un total de 10.512.000 litros diarios de agua durante el 2018, esa es la cifra que han ahorrado los municipios de la provincia de Castellón. Y todo ello se debe al trabajo de localización y control de fugas realizadas por la Diputación en las redes de abastecimiento y distribución de agua potable. Los técnicos de la institución provincial realizaron el pasado año 177 inspecciones en municipios, encontrándose con 175 fugas.
Juan Bautista Juan, actual diputado del Ciclo Integral del Agua, ha aseverado que “estos trabajos se corresponden con la especial sensibilidad del presidente Moliner por garantizar el abastecimiento de agua potable a los vecinos de todos los municipios. Ayudamos a los ayuntamientos a mejorar el rendimiento de las redes de distribución y contribuir a una gestión eficiente del agua”.
El trabajo de este servicio se utiliza además para revisar y controlar los contadores volumétricos que se han instalado en los municipios, obteniendo datos fiables de consumo y la existencia de anomalías en los abastecimientos. También para la recogida de datos y análisis de los aparatos eléctricos de control de consumo de agua potable localizados en los depósitos municipales de agua.
La Diputación de Castellón colabora con los municipios de la provincia, suministrando agua potable a la población; exigiendo la sociedad una garantía de cantidad y calidad en el abastecimiento de agua.
Con el fin de asegurar el suministro, la Diputación de Castellón creó el servicio de localización de fugas, inspección y control de consumos de agua en los municipios de la provincia de Castellón con gestión propia del servicio de agua potable.
Dicho servicio lo componen dos personas, que se desplazan a los diferentes municipios de la provincia cuando desde los respectivos Ayuntamientos se les comunica que se han detectado escapes en las redes municipales de agua.
Al llegar a la zona donde a priori se piensa que existe una fuga, proceden a determinar con exactitud el punto de la conducción donde se localiza la misma mediante la utilización de técnicas tales como la correlación matemática o el geófono.
Una vez comprobada la existencia de la fuga y precisada su ubicación, los operarios municipales proceden al picado de la acera o calzada y a la reparación de la conducción, consiguiéndose una pronta restauración de la situación de normalidad y con ello una importante disminución en la cantidad de agua perdida.