‘Agricultura en Vasconia’, así se llama el estudio dedicado a la agricultura tradicional y a las transformaciones que han tenido lugar a los largo del pasado siglo, presentado a principios de febrero por la Diputación Foral de Álava y el Seminario Alavés de Etnología.
El volumen se encuadra en el conjunto de los que componen el Atlas Etnográfico de Vasconia, y tiene como objetivo el registro sistemático de los hechos que configuran la cultura tradicional. Anteriormente, se han publicado dentro de este proyecto los dedicados a la Alimentación doméstica (1990, reedición 1999), Juegos infantiles (1993, reedición 2005), Ritos funerarios (1995), Ritos del nacimiento al matrimonio (1998), Ganadería y Pastoreo (2000), Medicina popular (2004) y Casa y Familia (2011). “Este tomo de la Agricultura en Vasconia está compuesto por 20 capítulos y el territorio objeto de estudio, como en todos los volúmenes anteriores, es Vasconia, entendida como el conjunto de los actuales territorios históricos de Álava/Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra y el País Vasco continental, que denominamos Iparralde, incluido en el departamento francés de Pyrenées Atlantiques, en la región de Nueva Aquitania, que engloba a las antiguas provincias de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa”, ha explicado Juan José Galdos, miembro del Seminario Alavés de Etnografía, que ha estado acompañado por el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco durante la presentación.
En total han sido más de 50 localidades o valles los que han sido investigados. En lo que respecta a Álava hay muy buena representación, habiéndose aplicado la encuesta en los siguientes lugares: Abezia, Agurain, Apellániz, Apodaka, Argandoña, Berganzo, Iruña de Oca, Moreda de Álava, Pipaón, Treviño, La Puebla de Arganzón, Ribera Alta, Bernedo y Valderejo.
“Además hay que señalar, que la presencia de Álava en este estudio, al igual que la de Navarra, es fundamental dadas las características diferenciadoras de gran parte de este territorio respecto a los vecinos del Norte porque aunque contiene paisajes y cultivos propios de la vertiente atlántica, la mayor presencia y fuerza de la agricultura se da en la vertiente mediterránea que se extiende hacia el Sur conformando variadas zonas de transición y el particular paisaje del viñedo en la Rioja Alavesa”, ha explicado Galdós. Este volumen está dedicado a la agricultura tradicional practicada a lo largo del siglo XX. Desde comienzos de ese siglo, la casa rural fue perdiendo su condición de unidad productiva que en gran medida se autoabastecía. Durante la posguerra, debido a la escasez de alimentos, la producción agrícola-ganadera adquirió un nuevo auge. Pero a partir de la década de los 50, el desarrollo de las zonas urbanas e industriales cercanas, aunque por un lado seguía demandando productos agrícolas, por otro lado facilitaba la despoblación rural. La entrada en la CEE y la globalización de los mercados han provocado cambios en el mundo rural que han conducido a la desaparición de la mayoría de las pequeñas unidades de producción en favor de las especializadas o del incremento del tamaño de las explotaciones. “De nuestras investigaciones de campo y de la lectura de esta obra, se puede concluir que se está produciendo, si es que no se ha producido ya, una tercera revolución agrícola como consecuencia de las profundas transformaciones en la maquinaria agrícola utilizada, los métodos de abono y riego de las tierras, la globalización de los mercados y el creciente abandono por parte de las nuevas generaciones del modo de vida agrícola junto a la despoblación de los pequeños pueblos rurales que ha llevado consigo”, ha puntualizado el experto.