Ayer, el sindicato agrario EHNE, que agrupa a ganaderos de Euskadi y Navarra, paró cerca de Brunete a un camión que venía desde Francia, para denunciar una situación insostenible que se repite desde hace años: la importación desleal de corderos en plena campaña navideña.
EHNE denuncia que se introducen en el País Vasco «aproximadamente 250.000 corderos vivos principalmente desde Francia. Este ganado se adquiere a precios muy bajos y arrastra al de los productores locales». En plenas Navidades, donde se consume aproximadamente el 35% de carne de ovino de todo el año, esta situación se convierte en «insostenible».
«Los corderos traídos de fuera son sacrificados en mataderos locales confundiendo al consumidor, que los identifica con marcas de protección pública», explican. Además, afirman que la falta de un etiquetado claro hace que «entradores y mataderos campen a sus anchas», comprando cordero, sacando el mejor precio y «pagando una miseria al pastor».
Para frenar este abuso, evitar el fraude y ofrecer al consumidor información veraz sobre la procedencia del producto, los ganaderos reclaman a las diferentes administraciones que apliquen «los máximos controles».