Los servicios técnicos del Gobierno de Navarra detectaron errores en el estudio de alternativas de trazado y construcción de la segunda fase del canal de Navarra realizado por la UTE INGIOPSIA-EPTISA. Canasa considera necesario devolver a sus autores el estudio. Se han encontrado errores tanto presupuestarios como deficiencias técnicas que condicionan el resultado y conclusiones como reconocieron los consejeros Ayerdi y Elizalde como representantes del Gobierno de Navarra en su comparecencia ante la Comisión del Parlamento foral.
El análisis de la alternativa 5B, fue señalado como el error más grave, propone una tubería única soterrada, y en la que el cálculo del presupuesto de las tomas eleva su coste en 39 millones de euros, en concreto a 178 millones, cuando el cálculo correcto estimado es de 139 millones de euros. La clave está en que el presupuesto de las tomas no está bien calculado. Los representantes del Gobierno de Navarra señalaron la importancia de ste error, ya que las conclusiones del estudio de la UTE descartaban esta alternativa por su alto coste. Por otra parte, los precios estimados de las tuberías están calculados a la baja, lo que repercute en el presupuesto y en la baja esperable en la licitación que plantea la propia UTE.
Ayerdi y Elizalde destacaron que, en líneas generales, los cálculos económicos son muy optimistas tanto en lo que se refiere a los ingresos por consumo, costes energéticos y presupuestos de las distintas alternativas. Por ello, a instancias del Gobierno de Navarra, el pasado 18 de febrero CANASA ha emplazado a la U.T.E a revisar en profundidad el estudio realizado, y a volver a presentarlo “con el rigor y coherencia que requiere la importancia de la actuación y el cumplimiento del contrato firmado”.
Los Consejeros han explicado otras discrepancias planteadas por los servicios técnicos, así han señalado la necesidad de analizar en profundidad el estudio que calcula los flujos de caja en relación con el consumo de agua. Asimismo han presentado discrepancias relacionadas con el cálculo de las alturas de elevación, la necesidad de incluir la construcción de la Balsa de Tudela en la alternativa 5 A, Fase 1 o algunas cuestiones relativas a los análisis económicos realizados.
Para concluir su comparecencia los Consejeros han explicado que una vez presentado el estudio de alternativas de construcción de la segunda fase del Canal, corregido y completado, se elegirá una alternativa en base a las propias consideraciones del informe, el modelo de financiación, la concesión y volumen de agua disponible, el compromiso del estado y el modelo tarifario propuesto. Una vez elegida la alternativa la UTE INGIOPSIA – EPTISA tendrá que redactar el proyecto constructivo y se adecuarán y actualizarán los estudios económicos de la zona regable de la segunda fase, que se trasladarán a los usuarios.