La agricultura inteligente llegó a alcanzar un valor superior a los 7 millones de dólares solo en los Estados Unidos.
Todos tenemos claro que el agua es un bien que escasea en todo el planeta, especialmente en lugares como nuestro país, donde en los últimos años se han vivido episodios de sequía. Actualmente el 90% del agua disponible en nuestro país se dedica a la agricultura de regadío.
Tanto el control como la gestión del agua son importantes cara a la sostenibilidad del planeta y del negocio. Los productores de gran tamaño cuentan con sistemas para la gestión del agua, lo que les permite controlar cada etapa de la producción, donde estas tecnologías no son accesibles a estos colectivos, y, como consecuencia se desperdicia agua de riego debido a una mala gestión que se traduce en la pérdida de productividad y un deterioro para el medio ambiente.
Una apuesta decidida
El caso es que, de los más de 15 millones de hectáreas cultivables, un tercio del territorio nacional, un 85% de la superficie productiva se encuentra en manos del pequeño agricultor y de la pyme. La tecnología en este caso es todo un aliado para los productos y la Tierra.
La startup española Prismab lo ha visto así, mediante una red de sensores avanzados de última generación conectado a Internet y una app donde el agricultor puede llegar a conocer, en tiempo real, los parámetros de mayor importancia cara a la toma de decisiones, como puede ser la cantidad de agua que hay disponible en el suelo, la temperatura o la salinidad.
«Nuestra misión es incorporar al mundo de las nuevas tecnologías, de la gestión 4.0, a agricultores que hasta ahora no lo han hecho tanto por coste como por dificultad de manejo. Queremos que haya una menor tasa de abandono por parte de los pequeños y medianos productores y que sea más atractivo el relevo generacional dentro del sector», ha expresado Antonio Pastor, CEO de Prismab.
Mediante la app móvil, lo que hace el agricultor es poner alertar para que le sean avisado de la humedad, baja, conductividades altas o de avisos de precipitación, entre otras. El sistema le envía cada mes un informe altamente detallado sobre los riesgos que realiza.
Con un único vistazo, el agricultor puede tener acceso a todos los datos y saber el estado en que se encuentra su cultivo en remoto, sin que tenga que desplazarse continuamente para su control.
Una agricultura inteligente y su gran valor
En Estados Unidos, la agricultura inteligente, ha llegado a tener un valor de 7,5 billones de dólares y la cifra aumenta hasta los 13,5 billones en 2023, según un informe realizado por Syngenta.
La inteligencia artificial hace posible que los productores puedan tener una más alta trazabilidad en su explotación y conocer así el mejor momento para sembrar, regar, fertilizar o cosechar. La información sobre el estado de los cultivos, podemos obtenerla en tiempo real para poder analizar la evolución de los indicadores como la temperatura ambiente, el suelo, su humedad, la presión atmosférica, el vigor de la planta o las precipitaciones registradas en el terreno.