El informe “Alimentando el problema. La peligrosa intensificación de la ganadería en Europa”, afirman desde Greenpeace, pone sobre la mesa nuevos datos ante los cuales no debemos quedarnos indiferentes. Las cifras muestran la deriva de la agricultura europea hacia un modelo destructivo que pone en peligro nuestra salud y la de nuestro planeta.
Aquí una serie de datos que alimentan una serie de reflexiones…
Un porcentaje de más del 70% de las tierras agrarias de la UE no están destinadas a alimentación humana sino de ganado.
Entre el 69 y el 79% del total de los pagos directos de la PAC (y alrededor del 20% del presupuesto total de la UE) están destinadas a estas tierras agrícolas.
En nuestro país, dos terceras partes de las tierras que se cultivan con semillas oleaginosas, leguminosas, hortalizas de raíz, cereales entre otros cultivos, están destinadas a alimentar animales y no personas.
En nuestro país, entre los años 2004 y 2016, bajó el 27% el número total de granjas agrícolas, han ido desaparecido totalmente las granjas de menor tamaño, pero a la vez aumentó un 96% el número de las más grandes.
En España, cerca del 80% de los lácteos y la carne ya se producen en macrogranjas, que presentan un gran impacto ambiental y de carácter socioeconómico. Estamos entre los cuatro mayores productos del viejo continente en cuanto a carne de porcino, ovino, caprino y entre los tres mayores de carne de ternera.
En la actualidad, el 93,7% de la producción de carne porcina, el 94,2% de la carne de aves de corral y el 80,6% de la lechey otros productos lácteos están concentrada en granjas grandes y muy grandes (con una producción económica anual de entre 100.000€ y 499.999€ y de 500.000€ o más respectivamente).
No se puede discutir, según Greenpeace, el gran impacto que tiene la ganadería de origen industrial sobre el planeta, además de el que tiene el consumo desmesurado de carne y resto de derivados de origen animal.
Realmente, un informe científico reciente, llamó a que se redujese el consumo de carne roja en Europa en un 77%, estableciendo en 301 gramos al consumo opcional total de carne semanalmente.
La PAC futura, han aseverado desde la agrupación ecologista, la cual debe ser una apuesta clara por un modelo agrícola que respete los limites planetarios, que es altamente para nuestra salud, ayudando a que se reduzcan los desperdicios alimentarios, paliando el hambre en el mundo y manteniendo un entorno rural vivo. La futura PAC no puede seguir dando impulso la agricultura y ganadería industriales.
La futura PAC tendrá que ser una apuesta firme por la denominada agroecología y por un modelo donde se fomenten unas dietas menos cárnicas y donde se produzca un consumo de alimentos de origen vegetal de lo más saludable.
Sin lugar a dudas, la labor de Greenpeace, aunque polémica, sigue apoyado causas que nos parece en su gran mayoría justas a la hora de defender el mundo en el vivimos.