José Viva era un niño que en su imaginación creaba cosas que no existían. Ahora con 53 años ha presumido de dirigir una empresa próspera que surge a partir de sus propios inventos. Si hay embutidos de carne, ¿podemos hacerlos con pescado no? Embumar llega a facturar más de seis millones de euros al crear y vender desde Cádiz más de una veintena de variedades de fiambres marineros.
Destaca por contar con una gran fábrica que tiene más de 6.000 metros cuadrados estrenada el pasado mes de septiembre y situada en Jerez de la Frontera, donde existen pulpos, salmones, atunes, calamares gigantes, chocos o langostinos antes de finalizar convertidos en hamburguesas, pepperoni o salchichas. El caso es que, atendiendo a las cifras de ventas, las huevas de merluza y bacalao lideran las ventas.
La idea nació de la necesidad de aprovechar una materia prima de elevado valor que se descartaba y funcionó. Pese a que la aventura empresarial llevó a este sanluqueño a inventar sus embutidos marinos, todo ello comenzó mucho antes. “Yo empecé de tendero”, ha reconocido el gerente de Embumar, que tuvo como primer trabajo las carnicerías de sus padres. Con 17 años obtuvo un crédito para una empresa de precocinados cárnicos, dando después el salto a unas tiendas de congelados.
Una historia de lo más curiosa
Cuando despachaba huevas de merluza o bacalao, Viva descubrió la gran pérdida que tenía este producto: “Más de dos terceras partes se descartaban por estar rotas o por no tener el tamaño ideal”.
De esta forma investigó a la hora de separar las huevas de su membrana original y embutirlas en una piel plástica que haga posible la cocción. Se registraron dos patentes, una para fabricar embutidos de huevas y otra para el mismo producto, con una materia prima en general.
Embumar comenzó a andar en un pequeño saladero de Sanlucar en 1999. “Entonces no tenía ni idea de pescado. Tampoco existía nadie que elaborase procesados y embutidos con esa materia prima”, reconocía Viva. Y su ingenio cotizó al alza.
La marca entró con fuerzo en el sector de la hostelería y en cadenas de supermercados tan importantes como El Corte Inglés. La firma creció y creció hasta ocupar más cuartos del puerto hasta que se produjo la mudanza en Sanlúcar.
La crisis animó a la empresa a realizar productos más económicos dirigidos al segmento retail. Se empezaron a vender barritas de huevas a 120 gramos por un euro. Funcionó en realmente bien y actualmente Embumar se encuentra e 15 superficies, donde las ventas al por menor son el 85% de su actual facturación.
En la nueva planta se han invertido seis millones de euros, donde alrededor de 50 trabajadores realizan su faena hasta llegar a producir del orden de cinco toneladas a diario de productos pesqueros. Hablamos de hasta 1.500 toneladas de materia prima.
La fábrica compra hasta 1.500 toneladas de materia prima. En la fábrica de Embumar las zonas de producción están divididas por el color en el que está pintado el suelo, programándose las tareas según el día.
Viva cuenta con más creaciones gracias a una planta con la que quiere triplicar la producción. En uno cinco años la estimación es que sus ventas se eleven hasta los 20 millones de euros, llegando a penetrar en mercado como Italia y Portugal.