Un 85% de la superficie productiva en España está en manos de pequeños y medianos agricultores, los cuales no tienen grandes medios para gestionar sus pequeños cultivos.
En la actualidad el 90% del agua disponible en España se dedica a la agricultura de regadío. De los más de 15 millones de hectáreas cultivables, lo que es un tercio del territorio nacional, un 85% de la superficie productiva está en manos del pequeño agricultor y la pyme.
El caso es que mientras los productos importantes tienen sistemas de gestión del agua con los que controlan cada etapa de la producción, estas tecnologías no son accesibles para estos colectivos, desperdiciando agua de riego debido a una mala gestión que se traduce en una pérdida de productividad y en un deterioro acusado para el medio ambiente.
Nuevos tiempos, nuevas soluciones
Todo esto ha motivado que la startup agrotech PRISMAB ofrezca una solución al pequeño y mediano agricultor capaz de reducir hasta un 30% anual de agua y fertilizantes. Mediante una red de sensores avanzados de última generación que se conectan a internet y una app, el agricultor puede llegar a conocer, en tiempo real, los parámetros de mayor importancia a la hora de tomar una decisión, como puede ser la cantidad de agua disponible en el suelo, la temperatura o la salinidad.
Mediante la app móvil, el agricultor puede poner una serie de alertas que puedan avisarle de la humedad baja, la conductividad alta, avisos de precipitación, etc. PRISMAB además puede enviar mensualmente un informe con todo detalle sobre los riesgos que existan.
Podríamos decir que con esta app el agricultor puede tener acceso a todos los datos y conocer cómo se encuentra su cultivo en remoto, sin que sea necesario el desplazamiento de forma continua para controlarlo.
Este sistema. También incluye una serie de sensores de suelo encargados de medir la cantidad de agua disponible en el suelo y su salinidad, donde mide la fuerza que debe hacer la raíz para la absorción del agua.
No debemos olvidar tampoco los sensores de clima, lo cuales se encargan de medir la humedad, temperatura ambiente, presión barométrica o la humectación de la hoja.
Podemos encontrar también los sensores de “metering” y “submetering”, que se conectan al contador de agua a fin de conocer los consumos o medir los caudales que pasan en cada sector de riego.
La tecnología lo que quiere hacer es democratizar el acceso a la tecnología básica a los pequeños y medianos agricultores, tal y como ha asegurado Antonio Pastor, que es el CEO de PRISMAB. “Nuestra misión es incorporar al mundo de las nuevas tecnologías, de la gestión 4.0, a agricultores que hasta ahora no lo han hecho tanto por coste como por dificultad de manejo. Queremos que haya una menor tasa de abandono por parte de los pequeños y medianos productores y que sea más atractivo el relevo generacional dentro del sector”.
El caso es que la realidad no es muy esperanzadora para el entorno rural, lo dicen los últimos datos que publicó el INE que aseguran que más del 50 % del territorio español se encuentra en serio riesgo de despoblación.