Está claro que en las mujeres reside buena parte del futuro de la actividad cinegética, y poco a poco, pero de forma imparable, cada vez son más las cazadoras presentes en los cotos y en cualquier lugar donde se reivindique y defienda esta afición.
Al hilo del papel de la mujer en la caza, hace casi dos años José María García escribía que “si no en masa, sí en buen número, un incremento de la presencia femenina en lo cinegético resolvería gran parte del problema, enriquecería mucho un sector mayoritariamente masculino y necesitado de nuevos aires y supondría un golpe de efecto frente al discurso trasnochado de los anticaza. Aunque existen desde hace años iniciativas en este sentido, sus resultados, con ser encomiables y dignos de mención, aún están lejos de lograr que la entrada femenina a este mundo sea la regla y no la excepción.
Como en tantos órdenes de la vida donde la mujer se ha reivindicado y ha acabado por ocupar el sitio que merece legítimamente, el nuestro, el venatorio, que contó siempre y cuenta ahora con muchas y buenas cazadoras y necesita aún más, debería superar complejos machistas y facilitar en todo lo posible su mayor llegada no sólo al monte, sino también a los despachos. La caza ganaría mucho y su futuro adquiriría otro cariz bien diferente al actual, no tengo ninguna duda”.
Desde aquel diciembre de 2016 de estas palabras, las cosas han cambiado de manera notable en el seno del colectivo cinegético, y en gran medida gracias a ese mayor acceso y notoriedad de las mujeres cazadoras, muchísimo más visibles gracias a iniciativas y acciones que las convierten en protagonistas.
Y esto, como es lógico, tiene su reflejo en los medios de comunicación y en el ámbito digital, uno de los puntos fuertes de estas cazadoras, las cuales han demostrado una enorme fuerza en redes sociales, con grupos de mujeres cazadoras de lo más activos y páginas personales que han llevado a algunas a convertirse en auténticas influencers, lo que les ha granjeado las críticas, insultos y hasta amenazas de los animalistas, algo que ya ocurriera en su momento con la tristemente desaparecida Mel Capitán.
Ejemplo de lo que estamos comentando lo tenemos la pasada semana en esta web, con la vuelta de Laura Mira a su blog, el Encuentro de Mujeres Cazadoras en Cataluña y la gran importancia que Solognac ha concedido a la mujer dentro de sus novedades para la temporada de caza 2018-19.
Y si nuestra elcotodecaza.com y revistas en papel no son ajenas a estos tiempos de pujanza de la mujer en el panorama cinegético, qué decir de nuestro canal de televisión temático Cazavisión, quien siempre ha apostado por la presencia femenina en la caza y en su programación, bajo cualquier modalidad venatoria y en cualquier parte del mundo.