Este domingo, decenas de ganaderas llegadas desde distintos puntos de Aragón se manifestaron en Huesca para protestar contra la presencia en los montes de lobos y osos y para reclamar a las administraciones medidas de apoyo al medio rural, como impuestos acordes a los servicios, más seguridad y mejores comunicaciones.
La manifestación, convocada por la Plataforma contra el Lobo y el Oso en Aragón, partió de la plaza de Cervantes y discurrió por las calles de General Lasheras, del Parque, de Valentín Carderera, Coso Alto y Porches de Galicia hasta la plaza de Navarra.
Durante el transcurso de la misma, las ganaderas explicaron que se oponen a la presencia de lobos y osos en los montes porque su convivencia con los rebaños es «inviable». Por ello, piden que no se introduzcan más ejemplares y que los que hay de ambas especies se lleven a reservas «donde ellos puedan vivir tranquilos y nosotros también, no queremos que los maten», aclaraba el miembro de una familia de ganaderos de Castejón de Monegros.
Casos personales como el de Blanca Calvo, ganadera de ovino de Sangarrén y secretaria de la Plataforma, ejemplifican esta convivencia conflictiva. «En los Monegros tenemos el lobo desde hace un año y medio o dos y ha habido varios ataques, y en el Pirineo los osos que soltó Francia están pasado al lado español y va a ser la hecatombe», advirtió. «Yo soy ganadera trashumante y subo a Canfranc. Si aquí tengo el lobo y allí el oso, para mí va a ser muy difícil seguir de ganadera», explicó.
Otro de los afectados es José Luis Castell, presidente de la Plataforma contra el Lobo y el Oso en Aragón. Castell gestiona con su hermano una explotación de 10.700 cabezas, entre ovejas y cabras, y aseguró que si sufre un ataque abandonaría esta actividad «automáticamente». «Esto puede llegar a ser la ruina de la ganadería y suponer el abandono de los pueblos en un 80%».
Medidas de apoyo al medio rural por parte de las administraciones
Otro de los objetivos de la protesta de este domingo era reclamar a las administraciones medidas de apoyo al medio rural, tal y como resaltaron en el manifiesto que se leyó en la plaza de Navarra al término de la manifestación. En él, las ganaderas afirmaron sentirse «verdaderamente preocupadas» por la situación actual en los pueblos y la despoblación, ya que «si los pueblos mueren, las ciudades enferman».
Entre las medidas reclamadas figuran la redacción de impuestos y normas acordes con la vida, los servicios y las empresas del medio rural; el fomento del trabajo en los pueblos; el establecimiento de precios dignos para la agricultura y la ganadería; el incremento de la vigilancia para evitar robos y actos vandálicos; el establecimiento de buenas comunicaciones tanto tecnológicas como por carretera y transporte público, y «no prohibir la caza porque controla plagas y evita accidentes en las carreteras, además de suponer un importante aporte económico a varios sectores».
La protesta, en la que los hombres permanecieron en un segundo plano, contó con el apoyo de los sindicatos agrarios ASAJA, UAGA y UPA, y la presencia de representantes destacadas del PP aragonés.