Iñigo Nagore, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, y el director general de Medio Natural, Miguel Urbiola, hicieron balance de la campaña de incendios forestales del 2018 y se felicitaron por haber cerrado el ejercicio con las cifras más bajas de la última década, tanto en el número de conatos y siniestros como en las hectáreas quemadas.
En su explicación, en el año 2018, se registraron en La Rioja 35 incendios forestales en total, quemándose 55,17 hectáreas. Esta cifra contrasta claramente con los datos del año anterior, puesto que 2017 fue de los más negativos desde el 2008 donde llegaron a quemarse del orden de 249 hectáreas.
Nagore, además especificó que, «la mayor parte de los incendios registraron fueron conatos (27), es decir, con una superficie quemada inferior a una hectárea». «Al no registrarse ningún incendio de más de 100 hectáreas, se puede calificar de muy bueno en cuanto a superficies afectadas y se rompe la tendencia seguida en los últimos años, ya que decrece notablemente la superficie arbolada y desarbolada atacada por el fuego», concluyó el consejero.
El incendio más grande ocurrió en el mes de marzo, fuera de la que acostumbra a ser la temporada de riesgo más elevado, en Arnedo y Bergasa, con 28,50 hectáreas quemadas, de las que 17,16 eran arboladas.
Los incendios siguen causando daños en las tierras riojanas
El consejero también ha reconocido que hay dos causas importantes. Por una parte, la climatológica, y, por otra, la inversión a la hora de prevenir incendios. «En invierno y primavera hubo abundantes precipitaciones lo que unido a un mes julio con tormentas con precipitaciones amplias mantuvieron a la vegetación en agosto y septiembre menos propensa a arder», detalló. «La labor de prevención que se desarrolla en los montes riojanos a lo largo del año, la rapidez de los medios de extinción, el hecho de contar con un dispositivo dimensionado a las distintas épocas del año y la creciente concienciación ciudadana están siendo claves para lograr que los siniestros provoquen cada vez menos daños».
En el pasado 2018, se destinaron 9,37 millones de euros a luchar contra los incendios, de los que 5,4 han sido invertidos en trabajos de prevención y otros 3,97 millones en labores de extinción.
Si vamos a los motivos de los 35 incendios, Nagore ha expresado que buena parte de ellos fueron causados por prácticas agrícolas poco adecuadas, caso de la limpieza de los terrenos, ribazos, acequias de riego utilizando fuego o mediante la quema incontrolada de residuos agrícolas.
En definitiva, nueve de cada diez incendios fueron debidos al denominado “factor humano” y se produjeron por quemas agrícolas poco adecuadas, negligencias y demás causas accidentales. Un 3% de los incendios se produjeron debido a causas naturales como la caída de un rayo y en un 6% la causa no llegó a determinarse.
En la totalidad de los casos, las causas se investigan y si se ve responsabilidad en los autores, se procede a tramitar el correspondiente expediente sancionador de determinarse dicha responsabilidad. Además del importe de la sanción se deberá hacer cargo del importe de los medios que se dediquen a la extinción del mismo.