El Consell de Ibiza y la Federación Balear de Caza firman un convenio de colaboración, dotado con una aportación máxima de 68.000 euros, que incluye el control de la plaga de serpientes en la isla. Este acuerdo compromete a la Administración a hacerse cargo de los gastos resultantes de las diferentes actuaciones relativas al control de la plaga de serpientes que asola su territorio.
De los 68.000 euros con los que se dotará el presupuesto, 31.050 euros se destinarán a la compra de más de un centenar de jaulas para el control serpientes y a la adquisición de un vehículo 4×4 para el servicio de guardería. Los 36.950 euros restantes se destinarán a este para el control de los cotos de caza, la mejora de hábitats, el control de depredadores y la vigilancia del medio rural, además del mantenimiento de las jaulas y la formación de personal para la obtención de título oficial de Guarda Rural (Caza).
Durante el acto de la firma, al que asistieron el presidente del Consell, Vicent Torres; el conseller de Economía, Hacienda, Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Gonzalo Juan; y los representantes de la delegación de Ibiza de la Federación Balear de Caza, Vicent Torres destacó el compromiso del Consell de Ibiza de «apoyar a las actividades de la Federación Balear de Caza, por la importancia y los beneficios que supone para el campo de Ibiza su trabajo de control de los recursos cinegéticos».
Plaga de las serpientes
La moda de importar miles de olivos procedentes de la Península (Jaén, Córdoba, Sevilla, Granada o Valencia) para decorar las fincas baleares, trajo una consecuencia inesperada: la aparición de dos especies de ofidios. Generalmente los árboles se arrancaban y transportaban en los meses de invierno, estación durante la cual hibernan en los huecos de sus troncos o ramas la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y la culebra blanca o de escalera (Rhinechis scalaris).
Gracias al clima benigno y a la ausencia de grandes depredadores, ambas han colonizado las islas hasta el punto de considerarse una plaga especialmente dañina para la Podarcis pityusensis (lagartija de las Pitiusas) y un peligro para los habitantes, especialmente en los meses de más calor ya que, debido a las altas temperaturas, buscan lugares más frescos como despensas, cocheras, sótanos o aljibes de casas.
Ninguna de ellas es venenosa, pero sí agresivas, sobre todo la culebra de herradura, que utiliza su cola a modo de látigo o muerde con fiereza cuando se siente amenazada. La de escalera se considera más pacífica, salvo si es joven, en cuyo caso suele atacar a sus amigos potenciales mordiéndolos.
En marzo de 2016, el Govern balear, a través del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB) en colaboración con los Consells de Ibiza y Formentera, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, los Ayuntamientos de Santa Eulària y Sant Joan y los Agentes de Medio Ambiente, inició una campaña para controlar su población. Desde entonces, se han llevado a cabo numerosas actuaciones para su control, detección, apresamiento, erradicación y estudio.