La revolución verde se hace un hueco en las huertas de Galicia
Estamos ante un negocio que crece, duplicando los metros dedicados a su invernadero. Antes eran 1100 y ahora llegan a sumar 2.000. Igualmente tiene una hectárea al aire libre que ha sido certificada dentro del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega). “El consumidor valora su sabor. No hay color cuando comes un tomate en crudo manipulado genéticamente y otro en el que se han respetado sus ciclos y no se usaron pesticidas. Pero, la crisis afecta y estos productos son más caros”.
Es lo que quiere dejar claro esta joven agricultora natural de Neda, próxima a Ferrol. En su casa siempre se tuvo un huerto para el autoconsumo. Lo que hizo ella fue darle un giro. “Desde hace un año, también surtimos a la cadena de supermercados Gadisa. Otro de nuestros clientes es Inditex. Cada semana hacemos un envío para su comedor en Arteixo. Depende del menú, ahora nos están comprando la rúcula, de temporada”, cuenta Bárbara.
La conciencia ambiental aumenta
Agronuquel es la marca con la que vende ella. Cada vez hay más conciencia ambiental y los alimentos libres de pesticidas son todavía una exigencia minoritaria, pero el aumento del consumo sigue constante.
Además de los clásicos índicces de ventas, la producción agrícola es un buen termómetro a la hora de medir el éxito. En Galicia, el Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia ( Craega), bajo el paraguas de la Consellería do Medio Rural, es la única autoridad de control para garantizar si un alimento es o no ecológico.
Su puesta en marcha fue en 1997 con solo 11 operadores. Hoy son 1.076 los inscritos. Un 76 % más que hace cinco años. Un fenómeno verde en el que A Coruña no es una excepción. Esta provincia no está a la cola si la comparamos con sus hermanas, donde solo están el 10 % de las hectáreas certificadas por el Craega, es decir, 3.081 de las 31.916 totales, la tendencia de los últimos años apunta a un patrón novedoso.
“Con tres núcleos urbáns de peso, A Coruña, Ferrol e Santiago, é a provincia máis poboada da comunidade e, polo tanto, a que menos superficie destina á agricultura ecolóxica. Porén, pouco a pouco, vai gañando protagonismo. No 2017 foi a segunda provincia que máis medrou con respecto ao exercicio anterior, un 25,47 %. Isto débese ao peso que, paulatinamente, van adquirindo os cultivos de hortalizas, pastos e millo forraxeiro”, destaca Elva Otero, del Craega.
Si vamos a las ventas, A Coruña es la segunda que anotó en 2017 un resultado mejor sobre su expansión. Han crecido un 44%, pasando de los 7.249.033 euros facturados en el 2016 a los casi diez millones y medio en el 2017. De todas formas, las ventas suponen el 18 % del montante total de Galicia, frente al 37 % de Lugo o al 31 % de Pontevedra. “É neste territorio onde se atopa máis da metade da horta galega: a provincia da Coruña suma 98 hectáreas dedicadas a hortalizas, o 55 % de Galicia”, subrayan desde el Craega.