Gonzalo Fernández, profesor de patología animal, ha ofrecido algunas claves para la reducción del riesgo biosanitario durante las visitas a las ganaderías. Su trabajo prueba que las calzas no siempre son la mejor protección o que en las ruedas de los vehículos apenas hay contaminación
El experto ha querido centrarse en 5 medidas con las que se puede abordar la bioseguridad en las explotaciones durante las visitas según un estudio realizado en granjas cunínolas con la colaboración de Cogal.
1. Minimizar el número de visitantes
Cada una de las visitas a las instalaciones puede ser un riesgo para los animales, por lo que es mejor reducir el número de visitantes que puedan acceder a las instalaciones y que estén en contacto con los animales.
Eso sí, la contaminación no solo está en los sitios en los que están los animales. “En algunos de nuestros estudios hemos detectados una fuerte carga de virus en maquinaria y utensilios guardados en almacenes o incluso en mesas, puertas o bolígrafos situados en oficinas”, apunta el experto.
2. Contar con equipos de protección adecuados para las visitas
Tener equipos de protección individual (EPIS) no es garantía de que se vaya a conseguir una protección total y no se acumulen virus, debiendo prestarse atención especial a la hora de elegir estos equipos de forma que sea efectivos a la hora de adaptarse a las necesidades que tenga cada granja.
“La ropa y calzado se contaminan tanto por el contacto con superficies con virus como por el simple hecho de estar en un local con aire contaminado”, apunta el investigador. En su investigación detectaron más de 7.900 virus por 1.000 litros de aire en explotaciones con conejos afectados por mixomatosis, una de las enfermedades víricas más relevantes en el sector cunícola.
3. Realizar un registro de las visitas
Contar con un registro de las visitas que hacen en la granja es importante para tener información en el caso de que se produzcan brotes en la granja. En el registro se incluirán datos que puedan ser útiles, caso de la fecha, los datos de contacto con la persona o empresa que ha hecho la visita, así como el motivo y el recorrido y si ha tenido o no contacto con los animales.
“El registro de visitas nos va a permitir poder establecer un posible origen de una infección”, concreta el especialista.
4. Control de los vehículos
Lo importante es que todos los vehículos que entren a la ganadería se desinfecten totalmente después de cada visita, pero a veces es imposible. Aquí Fernández quiere dejar clara la importancia de programar las rutas para la reducción al máximo de los riesgos, Así se harán primero las granjas sin riesgo de infección, luego las que tengan alguna sospecha de infección y, por último, en las que se haya detectado una infección.
5. Limpieza y desinfección de las instalaciones
Otro foco importante son las jaulas. “Hemos llegado a detectar más de un millón de virus de mixomatosis en las jaulas de una granja afectada”, concreta Fernández. Por ello es fundamental tenerlo en cuenta en las visitas, pero también en los protocolos de limpieza y desinfección de la instalación para evitar los contagios.