En enero de 2018, tras un duro año de trabajo, el presidente y el vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Terrenos Forestales de Descargamaría (Cáceres) entregaron, en sede oficial de Mérida, la documentación para solicitar la declaración del monte protector «Valle del Árrago», en la Sierra de Gata,
Esta figura de gestión medioambiental, que todavía no se ha usado en la región, se encuentra regulada por la Ley de Montes y la Ley Agraria de Extremadura. En grandes líneas, consiste en la cesión de una determinada superficie de terreno a una Administración para que la gestione, limpie y mantenga, de manera que se reduzca el riesgo de incendio.
Por lo tanto, la declaración del monte protector «Valle del Árrago» permitiría a los propietarios tener acceso a la firma de un contrato de gestión forestal de montes protectores, por el cual la Consejería de Medio Ambiente y Rural de Extremadura se haría responsable de la gestión de esta superficie con especial atención a la prevención contra los incendios forestales y a la mejora de las masas para incrementar su productividad. Además, la declaración también supondría ventajas en la concesión de subvenciones y otros beneficios fiscales, por tratarse de montes ordenados.
El Ejecutivo extremeño, de acuerdo con lo previsto en el artículo 24 de la Ley de Montes, comprobó la realidad de los terrenos y solicitantes, lo que supuso que, a día de hoy, sean más de 2.500 hectáreas para las que se ha solicitado dicha declaración.
Posteriormente, inició la tramitación del expediente, que continúa ahora con la publicación en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) de un anuncio de la Dirección General de Medio Ambiente por el que se da trámite de audiencia, por un plazo de diez días, a los propietarios conocidos y a cuantas otras personas que acrediten la propiedad sobre dichos terrenos, además de a la entidad local donde radica el monte.
También servirá para dar audiencia a los posibles interesados no identificados, a los titulares de bienes y derechos afectados que sean desconocidos y a aquellos de los que se ignore su paradero.