Situación en la región compleja y desde Cataluña aumenta el malestar.
La producción extremeña y las familias catalanas viven inmersas en un conflicto con el cava que ha vuelto a ser noticia por la intención desde el Ministerio de Agricultura de volver a limitar la producción de esta bebida espirituosa.
Desde la localidad de Almendralejo, hay un sentimiento de rabia y se sienten humillados por las políticas de carácter proteccionista que están poniendo en marcha las bodegas catalanas. Sienten, como es lógico, que la situación puede poner en serio riesgo una fuente de ingresos para la ciudad, que tiene en el cava una fuente de riqueza.
Almendralejo es el único municipio de Extremadura que tiene autorización para la producción del Cava con denominación de origen y los bodegueros se han sorprendido por la noticia de que el Ministerio de Agricultura quería que solo aumentasen en 172,2 hectáreas en todo el territorio que forma parte de dicha denominación.
Unos planes que no son del agrado extremeño
En este 2019, el borrador de la resolución del ministerio solo va a permitir 377 hectáreas más para el cava. A esto se suma que únicamente serán reconversiones de tierras y no habrá nuevas hectáreas.
Desde la parte extremeña se piensa que no van a ver ninguna de esas hectáreas, puesto que solo dio el consejo regulador ocho o nueva de las 172 del pasado año.
En Cataluña no se hacen declaraciones
Desde Villafranca del Penedés, donde tiene su sede el Consejo Regulador del Cava, no se ha querido valorar el descontento extremeño, algo que tampoco que ha hecho el Institut del Cava, que es donde tienen representación las familias más famosas del Penedès.
Parece que las firmas más famosas, como Freixenet o Codorniú no desean ningún tipo de conflicto o polémica en este sentido. En la comunidad catalana, se piensa que las protestas extremeñas, que solo son un 2,5% de toda la producción, pueden suponer un riesgo para que se llama a boicotear a las empresas catalanas para que aumente la cuota de mercado.
Desde la parte extremeña, se ha argumentado que a nadie le puede convenir que se produzca un boicot al cava. Solo se busca resolver un problema en el cual los máximos afectados están siendo los agricultores y bodegueros extremeños.