Según la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de Extremadura, las ventas de caballos a países pertenecientes a la Unión Europea han experimentado un incremento significativo en cuatro años. Mientras que en 2015, el número de ejemplares exportados a países de la UE fue 147; en 2016, 154 y en 2017, 523, en los primeros nueve meses de 2018 la cifra se elevó hasta los 677.
Por países, Portugal es el primer comprador, 148 ejemplares. Le siguen Bélgica (141), Holanda (131), Italia (60) y Alemania (59), aunque también han comprado caballos extremeños lugares como Luxemburgo, Letonia, Malta y Polonia, entre otros.
En cuanto a países no pertenecientes a la Unión Europea, en los primeros nueve meses de 2018 se vendieron 67 ejemplares, destacando Estados Unidos, donde los precios de venta alcanzaron las cifras más altas; aunque también, según la Junta de Extremadura, tienen gran importancia mercados como México, Australia, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Panamá y Guatemala.
La Dirección General de Ganadería considera significativo que se encuentren entre ellos países que poseen cierto auge en la celebración de concursos morfológicos de Caballos de Pura Raza Española y Pura Sangre Lusitano. En su opinión, esto revela que, aunque la mayoría de los caballos exportados son destinados a ganaderías de selección, muchos se destinan a actividades deportivas como doma clásica o raid.
Las razas más demandadas son el caballo de Pura Raza Española, seguido del Pura Sangre Lusitano y de los caballos de deporte, apreciados por los compradores debido a su temperamento dócil y su nobleza, a su resistencia, inteligencia y sensibilidad lo que les convierte en caballos versátiles para el disfrute de los jinetes y las amazonas.
Un sector con gran relevancia económica
Según los datos del Ministerio de Agricultura, actualmente, el censo de caballos de Extremadura es de 40.569 en más de 13.000 explotaciones, lo que sitúa a esta Comunidad Autónoma en la cuarta posición tras Andalucía, Castilla y León y Galicia.
La Junta de Extremadura destaca que el sector equino, que el pasado año movió 300 millones de euros, posee una importante relevancia económica debido al gran número de profesionales que involucra, desde agricultores productores de cereales y forrajes a industrias de alimentación, transportistas, ganaderos, jinetes o veterinarios, entre otros.
Por su potencial de crecimiento y por el papel que posee el caballo como elemento de fijación de las zonas rurales, la Dirección General de Agricultura de Extremadura cuenta con el Plan Estratégico 2017-2020, cuyo objetivo es mejorar la oferta formativa para profesionalizar el sector, promover la internacionalización y el turismo ecuestre, para generar empleo en el medio rural; así como impulsar la mejora en la genética de los ejemplares, para lo que cuenta con el Centro de Selección y Reproducción Animal (Censyra).
La Junta de Extremadura también fomenta otras actividades relacionadas con el sector equino como las rutas a caballo, las terapias asistidas con caballos para personas con discapacidad, las competiciones deportivas y las actividades asociadas como herrería y guarnicionería.