El Parque Natural de Collserola es uno de los 12 espacios que gestiona la Diputación de Barcelona. Se encuentra en la sierra del mismo nombre, que forma parte de la cordillera Litoral, entre los ríos Besós y Llobregat con una superficie aproximada de 11 000 ha, siendo el Tibidabo la colina más alta de las numerosas que componen su perfil. Esta isla verde es el pulmón del área metropolitana de Barcelona y su valor ecológico es muy importante. Entre los cientos de especies animales que lo habitan se encuentra el zorro común, el ánade azulón, el pico picapinos y los jabalíes.
El director del Consorcio del Parque Natural de Collserola, Marià Martí, explicó en unas declaraciones a SER Cataluña, que gracias a las batidas de caza, los observatorios nocturnos y las capturas, cada año se reduce su población de jabalíes en unos 450 ejemplares. En cinco años, esta ha pasado de 1.400 ejemplares a 700, pero si no se hubiera actuado como hasta ahora, se habría llegado a los 6.000 suidos.
A pesar de la mejora, la dirección del parque considera que para que se redujeran los incidentes en la carretera y en la ciudad, así como los daños al ecosistema de Collserola, debería reducirse la población de jabalíes hasta los 400 ejemplares. «Cuando una población como el jabalí crece excesivamente, conlleva problemas para las personas y para el ecosistema porque depredan mucho y las otras especies resultan afectadas», afirmó Marià Martí.
Según el director del Consorcio del Parque Natural de Collserola, ahora mismo, las únicas opciones viables para reducir la presencia de esta especie son las batidas de caza que realizan los agentes rurales y las sociedades de cazadores autorizados por la Generalitat en espacios concretos del parque, así como otras que lleva a cabo, por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona. Otros sistemas como la vacuna anticonceptiva todavía están en fase de estudio y son, según sus declaraciones, demasiado costosos.