Los impulsores buscan 1.000 socios para poder abrir y llaman a la ciudadanía a participar.
El proyecto persigue un cambio de modelo en el consumo que apueste por los productos de proximidad.
Para poder comprar en el establecimiento, se deberá trabajar allí tres horas cada cuatro semanas.
El proyecto cuenta con una subvención de 240.000 euros de la Generalitat.
Inspirado en el supermercado cooperativo de Nueva York Park Slope Food Coop, la capital catalana estrenará a finales de 2020 el suyo propio, Food Coop Barcelona, el primero de este tipo en la ciudad. La coordinadora del proyecto, Nuria Vega, apunta que este busca contribuir a un cambio de modelo en el consumo y, es por este motivo, el establecimiento apostará por productos de proximidad y agroecológicos que sean de calidad y, además, asequibles. Asimismo, añade, la intención también es tener productos convencionales para que se pueda adquirir toda la cesta de la compra en este supermercado. Otro de los objetivos de Food Coop Barcelona es que los compradores no sean meramente clientes, sino que participen activamente en el proyecto y tengan voz y voto.
La idea es abrir el supermercado con al menos 1.000 socios, y quienes quieran participar tienen dos opciones. Una es hacerse socio consumidor, que es aquél que es propietario, trabajador y cliente a la vez. Tiene que aportar 90 euros para inscribirse y trabajar tres horas cada cuatro semanas para poder consumir -lo que permitirá reducir los precios de los productos-. También se puede optar por ser socio colaborador, para lo que solo se tiene la obligación de aportar 90 euros. En ambos casos, esta cantidad se retorna en el momento en que una persona decide dejar de participar en el proyecto.
Como cualquier cooperativa, Food Coop Barcelona se basará en principios como la equidad, la economía social, la sostenibilidad y el compromiso con el entorno, y lo hará a través de un consumo consciente y sostenible y una participación sin ánimo de lucro.
Por el momento, se está buscando un local de unos 800 metros cuadrados, entre los barrios del Clot y Sant Andreu.
En 2021, Barcelona será la Capital Mundial para la Alimentación Sostenible y Food Coop Barcelona quiere llegar a ese año siendo el primer supermercado cooperativo abierto de la ciudad.
Para que el establecimiento pueda ser una realidad, la Generalitat ha concedido a sus impulsores la subvención para la financiación de Proyectos Singulares, de 240.000 euros. Esta cantidad se reparte entre el supermercado cooperativo de Barcelona, otro del mismo tipo en Manresa y una central de compras en las Terres de l’Ebre.
700 socios para abrir en Manresa
Se espera que el supermercado cooperativo de Manresa pueda ponerse en marcha en marzo de 2020. A diferencia de Food Coop Barcelona, este pretende abrir persiana con 700 socios, pero la dinámica de funcionamiento será la misma. La socia de Supercoop Manresa, Judith Saus, explica que lo que se quiere conseguir es un «cambio de escala que sea posible, eficiente y cuidadoso»
Desde la presentación del proyecto en Manresa (hace dos semanas) ya se han adquirido 230 socios, una tercera parte de los que consideran idóneos para abrir el supermercado con garantías.
Food Coop Manresa está a la espera de la convocatoria, por parte del Ajuntament, de un concurso para tener un espacio dentro del Mercat Municipal de Puigmercadal. Esta está prevista entre diciembre e inicios del 2020.