El sector del vacuno de leche perteneciente a la provincia de León ha llegado a perder en el último año 8,6 millones de euros si compramos el precio al que se paga en la industria la leche comprada en la provincia con el que se paga a la industria francesa a sus ganaderos.
Las cifras no mienten, en el periodo que va del 1 de marzo de 2018 al 28 de febrero de 2019, los ganaderos franceses han cobrado la leche a una media de 34,75 céntimos de euro el litro, mientras que los españoles la llegaron a cobrar 31,24 céntimos, según el Observatorio del Mercado de la Leche de la Comisión Europea, por lo que hubo una diferencia de 3,5 céntimos de euro, que se está produciendo desde otoño de 2016.
La desventaja competitiva a la hora de vender la leche más económica que los franceses, no llega a compensar al tener menores costes productivos
Según los datos que manejan desde ASAJA, la provincia de León cuenta con un censo de 26.200 vacas en lactación, con una producción anual de 245 millones de litros de leche, y un valor de mercado de 76,5 millones de euros. El número de explotaciones que están activas actualmente, con entregas de leche, es de 319, representando el 31% de las 1.023 de Castilla y León.
La desventaja a nivel competitivas de los ganaderos de León y del resto de España, por la venta de leche más económica que los ganaderos franceses, no es compensada por contar con unos costes de producción más bajos, ya que los mercados de cereales y de productos proteicos, caso de la harina de soja, son la base fundamental de la alimentación de las vacas, rigiéndose por precios internacionales.
Podríamos pensar también en un abaratamiento de la alimentación en el país vecinos por una climatología más favorable a la hora de producir pastos y forrajes.
ASAJA ha pedido al ministerio de Agricultura que tome medidas para que los precios acuales de la leche, en un país deficitario como es España, no sean inferiores en ningún caso a os que se pagan en países como Alemania o Francia, que son excedentarios netamente y por lo tanto, exportadores de leche y productos lácteos.
ASAJA piensa que la industria láctea española “carga toda su ineficiencia y falta de competitividad en el sector primario, al comprar la materia prima a precios irrisorios, y está abocando al cierre a todas las explotaciones de tamaño medio y pequeño que pueden ser más ineficientes al no disponer del margen que proporciona la economía de escala”.
Se puede destacar que finalmente el Real Decreto 1181/2018 que obliga a identificar el origen de la leche “ha sido una medida acertada que no está dando todavía los frutos esperados, y que por sí sola no es suficiente para garantizar una remuneración justa a los productores. Las organizaciones interprofesionales siguen sin fuerza suficiente para llevar a cabo una negociación real de los contratos lácteos, por lo que sigue siendo la industria la que los impone los precios a su libre albedrío”.