La Fundación Artemisan, la Federación Cántabra de Caza (FCC) y la Real Federación Española de Caza (RFEC) se personan a través de sus servicios jurídicos como parte codemandada, junto al Gobierno de Cantabria, en los dos recursos contencioso-administrativos interpuestos por Ecologistas en Acción (EA) ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, contra el Plan de Gestión del Lobo llevado a cabo en esta Comunidad Autónoma.
La Resolución de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático perteneciente a la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, publicada el 31 de julio en el BOC, establece que desde el 1 de agosto de 2019 y hasta el 31 de julio de 2020, en aplicación del Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, podrán abatirse 34 de los 171 ejemplares que existen actualmente en la región. Un cupo que, según declara Artemisan en un comunicado oficial, para EA es «excesivo», por lo que ha solicitado la paralización inmediata de capturas de esta especie en esta Comunidad Autónoma.
Artemisan explica que «esta disposición tiene por objeto lograr que los daños que el lobo produzca en la ganadería extensiva no hagan inviable, o condicionen de manera relevante, su mantenimiento y mejora en la región, considerando que se trata de una actividad económica clave para las zonas rurales y que, por tanto, es esencial para luchar contra el despoblamiento, además de jugar un papel crucial en la conservación de la biodiversidad y los paisajes de Cantabria.»
Un cupo fijado, recuerda Artemisan, ante «el imparable aumento de la población del lobo en Cantabria, constatado por los últimos censos científicos elaborados, y el amplio número de ataques al ganado que ha producido la especie en este último año.»
Por todo esto, la Fundación se personará en los procedimientos con el objetivo de mostrar «su férrea defensa ante una correcta gestión de esta especie, que posibilite su compatibilización con las actividades tradicionales de nuestro mundo rural, especialmente con la ganadería.»
Comunicado de la Real Federación Española de Caza (RFEC)
Por su parte, la Real Federación Española de Caza (RFEC) ha informado a través de un comunicado oficial que también se personará, puesto que defiende este Plan de Gestión «ya que los daños que esta especie ocasiona a la ganadería extensiva van en aumento y es necesario un plan de gestión que haga posible una convivencia entre el lobo y el ganado. Hay que recordar que la ganadería es una actividad económica fundamental para las zonas rurales, esencial para luchar contra la despoblación y el abandono rural, además de jugar un papel crucial en la conservación de la biodiversidad.»
Al respecto, el presidente de la RFEC, Ignacio Valle, señaló que «La supervivencia del lobo, paradójicamente, pasa por su control. Tendremos lobos mientras los daños que hagan sean socialmente aceptables», insistiendo en que «no es de recibo» que se proteja al lobo «cuando es una especie en clara expansión, no sólo en España, sino en toda Europa», y añadió que lo que se debe hacer «es proteger al ganadero de montaña, que este sí que es una especie en extinción, ya que nuestras montañas se están quedando vacías, y los lobos y la presión de los grupos más radicales del ecologismo hace imposible habitarlas.»