Según datos del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) facilitados por la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación de Cantabria, las explotaciones con Indicación Geográfica Protegida «Carne de Cantabria» han pasado de las 251 de 2008, a las 474 de 2018, lo que supone un incremento del 88%.
Un crecimiento que contrasta con un pequeño retroceso del 0,8% en términos interanuales, el primero que se registra en una década de aumento constante. No obstante, esta pequeña reducción no ha repercutido en el número de animales sacrificados, que ha aumentado tanto en términos interanuales como en comparación con 2008.
En concreto, los datos del ICANE muestran que en 2018 se sacrificaron 2.885 reses con la IGP «Carne de Cantabria», un 8% más que en el año anterior, y un 224% más que en 2008, año en el que se sacrificaron 890. En estos últimos diez años, el número de reses sacrificadas ha experimentado un crecimiento anual con la única excepción de 2013, en el que hubo un retroceso del 3% en comparación con el ejercicio anterior.
Lo que sí experimenta un descenso es el número de mataderos para la IGP «Carne de Cantabria». En la actualidad hay tres, frente a los cinco que hubo en 2009; y tres salas de despiece frente a las siete que había en 2017.