El consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación de Cantabria, Jesús Oria, acompañado por la directora general de Pesca y Alimentación, Marta López, y el director de la Oficina de Calidad Alimentaria (ODECA), Fernando Mier, visitó las instalaciones de Conservas El Capricho ubicadas en Santoña, que recibió a finales de octubre de 2018 un premio en la feria alimentaria SIAL de París.
Según el comunicado de prensa oficial, durante el transcurso de la visita guiada por los propietarios de esta pequeña conservera familiar, los hermanos César y José Luis Iglesias, Oria agradeció al director gerente de la misma, César Iglesias, «su contribución para situar a Cantabria en la élite europea del sector alimentario», con su producto esturión Alma, galardonado con el Premio Innovation 2018 en la categoría de Productos de Mar, de esta feria alimentaria considerada la más relevante a nivel mundial.
El consejero también alabó la trayectoria de innovación de Conservas El Capricho que les ha permitido ser seleccionados como los mejores entre más de 2.300 productos de todo el mundo, así como la labor de las trabajadoras de la misma, ya que esa «mano experta de nuestras villas marineras» es «pieza clave de la altísima calidad de nuestros productos conserveros derivados de la pesca».
IGP de la anchoa del Cantábrico
Oria también se refirió a la implantación de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Anchoa del Cantábrico, como «una necesidad» porque añadirá valor a un producto cuya elaboración artesanal, a mano, de la anchoa y la materia prima de las aguas cántabras le aportan unos estándares de calidad muy superiores al resto.
El consejero aseguró que pondrá todo su empeño para que a principios de la siguiente legislatura se pueda contar con ese sello de manera que las empresas que quieran incorporarse de forma voluntaria puedan hacerlo.
Por su parte, el director gerente de El Capricho, César Iglesias, agradeció la visita del consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación de Cantabria porque significa un reconocimiento a su trabajo. «Somos una conservera con una fabricación reducida pero que siempre ha tenido la calidad como enseña», afirmó Iglesias, quien también destacó el apoyo del Ejecutivo regional que ha permitido la asistencia de la firma a las ferias alimentarias y la importancia de que la Administración «conozca nuestras necesidades y vea que sus ayudas sirven para algo».
Conservas El Capricho
Fundada hace 27 años, Conservas El Capricho es una pequeña empresa familiar en cuyas instalaciones, una nave de 1.200 metros cuadrados en el polígono industrial de Santoña, trabajan 15 personas. Su producto principal es la anchoa en salazón, aunque también elaboran bonito y esturión. Su consumo anual supera los 20.000 kilos de bocarte del Cantábrico, los 12.000 kilos de bonito fresco del Cantábrico y 3.000 kilos de esturión pequeño procedente de una piscifactoría de Teruel. La empresa forma parte del consorcio de exportación Santander Fine Food y ha recibido en concepto de subvenciones de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación cerca de 9.000 euros.
En los últimos tres años ha mantenido un crecimiento constante de las ventas, que en 2018 valoraron en el 20%. Actualmente exportan a 11 países y desde que su producto esturión Alma, cuya elaboración iniciaron el pasado mes de mayo, recibió en apenas unos meses el premio Innovation 2018 en la SIAL de París, en la categoría de Productos de Mar, sus exportaciones han crecido un 400%.