El Parque Nacional Picos de Europa, situado en la cordillera Cantábrica en las provincias de Asturias, León y Cantabria, está considerado una de las mejores reservas mundiales de los ecosistemas ligados al bosque atlántico. Dentro de sus 67. 455 hectáreas se encuentra representada toda la fauna cantábrica: especies protegidas como el urogallo cantábrico, el quebrantahuesos o el oso pardo, especies únicas como la Rosalía alpina, y otras tan emblemáticas como el rebeco cantábrico, el gorrión alpino, el acentor o el lobo.
Sin embargo, la protección por parte de la administración del Parque a esta última especie ha sido puesta en tela de juicio por Ecologistas en Acción que denuncia en una publicación que se realizan batidas contra lobos clandestinas e ilegales, como la multitudinaria celebrada el diez de diciembre en su vertiente cántabra.
Según el grupo ecologista de Cantabria, en esta batida participaron «entre 50 y 100 personas, la mayoría sin habilitación específica; un número indeterminado de vecinos de Camaleño, sin contar necesariamente con licencia de armas, que actuaban como batidores; unos 30 cazadores locales que actuaban como tiradores en los puestos de caza; dos trabajadores laborales de uso público del Parque Nacional Picos de Europa, sin autorización para el uso de arma de fuego en el ejercicio de sus funciones; y un número indeterminado de Técnicos Auxiliares del Medio Natural, funcionarios del Gobierno de Cantabria, que actuaban como tiradores junto con el resto de cazadores».
Una práctica habitual con métodos prohibidos
Ecologistas en Acción afirma que no es «una actuación de control letal de lobos puntual», sino una práctica habitual en la vertiente cántabra del Parque Nacional, poniendo como ejemplo la loba abatida durante una batida ordinaria celebrada el primer fin de semana de diciembre y la loba parida abatida el 5 de diciembre en una batida similar a la del 10.
Asimismo denuncian que en estas batidas «es habitual el uso de bombas y explosivos, que se lanzan por los monteros o batidores en dirección horizontal al suelo para levantar o hacer correr a los animales y así poder dispararles desde los puestos de tiro. Este método está expresamente prohibido por la legislación de caza y sin embargo se permite continuamente por la dirección del Parque, sin tener en cuenta la seguridad de las personas participantes y el alto riesgo de incendios».
Posible demanda judicial
Por todo ello, Ecologistas en Acción advierte que está estudiando la posible presentación de una demanda judicial contra estas actuaciones de caza de lobos al considerarlas ilegales por motivos como: ser «batidas clandestinas o secretas, puesto que las autorizaciones administrativas de control poblacional de lobos no son debidamente publicitadas»; « las autorizaciones de control de lobo prohíben expresamente la difusión de imágenes o vídeos de las batidas o de lobos muertos, sin ninguna base legal, y con el único objetivo de que no llegue a conocimiento de las organizaciones ecologistas», así como «se permite el uso de artes de caza prohibidos como los explosivos, cebaderos o visores nocturnos, no se especifica el personal autorizado en las resoluciones administrativas, no se buscan soluciones alternativas previas y tampoco se justifican estas autorizaciones administrativas con criterios técnicos ni científicos».
Finalmente, el grupo ecologista reclama «la suspensión de los controles de lobo en el interior del Parque Nacional, la dimisión del codirector del Parque por Cantabria y una gestión del lobo basada en estudios científicos rigurosos».