La Cultura Sidrera de Asturias está un poco más cerca de convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, un largo camino en el que el Principado dio el mes pasado un paso decisivo. La consejera de Desarrollo Rural del Principado, María Jesús Álvarez, puso en marcha la campaña para reunir los apoyos necesarios en este ambicioso proyecto, en un acto celebrado en el Museo de la Sidra, acompañado por el alcalde de Nava, Juan Cañal, quien destacó el papel de Nava como “villa de la sidra”, la ‘capital’ de la bebida más asturiana.
La directora de Desarrollo Rural, María Jesús Aguilar, realzó la importancia de la sidra como seña de identidad colectiva de Asturias, recordando que el comité director de la iniciativa, constituido en junio de 2018, lleva meses trabajando para elaborar el expediente que posteriormente, se remitirá a la UNESCO. Por su parte, la directora de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, apuntó que la Cultura Sidrera ya fue declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno del Principado en 2014. El siguiente paso será presentar la candidatura ante el Consejo de Patrimonio Histórico de España (dependiente del Ministerio de Cultura), quien el próximo año, elegirá la candidatura española que se llevará ante la UNESCO. “Tendremos que competir con otras candidaturas, y por eso es esencial contar con todos los apoyos posibles”. Para conseguirlo, el Principado ha lanzando una campaña informativa, en la que también participan los ayuntamientos, designando a sus ‘Embajadores de la Sidra’, y celebrando multitudinarias espichas. Tanto Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villaviciosa (que conforman la Comarca de la Sidra), como el resto de concejos de Asturias, se han sumado a esta candidatura.
También ha comenzado una recogida de firmas, tanto física como a través de la página web www.culturasidreraasturiana.com, para que todos los asturianos puedan colaborar. Uno de los miembros del comité constituido para el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad, el historiador de la Universidad de Oviedo Jorge Uría, destaca el papel de la sidra en la cultura asturiana, una tradición “que se remonta como mínimo a la Edad Media, y que ha evolucionado a lo largo de los siglos, incorporando nuevos elementos, como el escanciado y el característico vaso de sidra, que apenas tienen 100 años de existencia”. Jorge Uría subraya que la sidra está presente en todas las celebraciones y citas de la región, “desde los nacimientos a las bodas, pasando por las romerías, el día a día de los chigres y hasta los funerales”. Una Cultura Sidrera que está muy viva, y que ha sobrevivido a las modas y al paso del tiempo. “Es un valor a reivindicar”. Como señala la consejera María Jesús Álvarez, “es una candidatura de todos, y todos debemos involucrarnos”. La sidra, y la cultura que la rodea, ya está más cerca de ser reconocida como Patrimonio de toda la Humanidad.