Según el último balance agrario presentado ayer por el nuevo comité ejecutivo de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, 2018 no ha sido un buen año para el sector ovino en la región aragonesa. La actividad ganadera ha visto reducidos sus beneficios un 4 por ciento debido a la bajada de precios del porcino. El secretario general de la organización, José María Alcubierre, explicó que gran parte del problema radica en los hábitos de consumo de los jóvenes: «La gente joven va a consumos inmediatos, plancha y precocinados, y ese consumo elaborado que conlleva el sector ovino se está derivando a las celebraciones y al canal Horeca, es decir, restaurantes».
El retroceso del consumo de cordero es directamente responsable de la bajada en el número de explotaciones, lo que se ha traducido en un descenso del número de cabezas de ovino en Aragón, en concreto, 20.000. No obstante, Alcubierre considera que el balance general es positivo, pues la producción final agraria final supone 3.833 millones de euros, es decir, «un aumento de casi el 2 por ciento respecto al año anterior. El 62 por ciento proviene del sector ganadero (un 37 por ciento del porcino), mientras que el 38 por ciento nace de la actividad agrícola».
Según Alcubierre, el campo sigue creando y manteniendo el empleo a pesar de haber sido un año muy complicado a nivel meteorológico. En 2017 se registró un récord de contrataciones y este año se ha llegado casi a los 15.000 contratos de media al mes, lo que supone un incremento del 0.3 por ciento.
Por su parte, el secretario provincial oscense, Joaquín Solanilla, celebró la buena salud del porcino, «gran motor de desarrollo de Aragón», así como su labor en la vertebración del territorio. Solanilla también señaló el «aumento exponencial de las gallinas ponedoras», así como de precios estables tanto en vacuno como en cunícola e incrementos en el pollo.